Usted está aquí: martes 19 de septiembre de 2006 Política Desdeña Abascal la designación de AMLO como ''presidente legítimo''

El cargo no está a subasta; ese nombramiento no tiene ningún efecto jurídico, advierte

Desdeña Abascal la designación de AMLO como ''presidente legítimo''

Lo que tenemos que tomar en serio son las propuestas ciudadanas, incluida la convención ésta, llamada nacional democrática, para hacerles mejoras y adecuaciones a nuestras instituciones, dice

Ampliar la imagen Carlos Abascal visitó ayer a Felipe Calderón, en la llamada casa de transición del michoacano Foto: Jesús Villaseca

La Presidencia de la República ''no está vacante, no está a subasta y, por lo tanto, hay que insistir que la única forma de tener acceso al poder político es a través de las elecciones, tal como se celebraron el 2 de julio'', sostuvo ayer el secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, quien agregó que la declaración de ''presidente legítimo'' a Andrés Manuel López Obrador, ''no tiene absolutamente ningún efecto jurídico''.

En diversas entrevistas radiofónicas, Abascal reconoció que la designación ''puede tener algún efecto político, pero yo confío en que la solidez de nuestras instituciones, por un lado, y la madurez de la sociedad cada vez más convencida de que la democracia es el camino correcto, harán que no produzca mayor efecto y que por lo tanto la vida de México siga bien''.

Los mexicanos están conscientes de que el 2 de julio pasado se eligió al presidente y al Congreso ''legal y legítimo'', según Abascal, quien señaló que en cualquier caso la transformación de las instituciones del país se debe impulsar a través del propio Congreso de la Unión, que ''fue electo de la misma manera, al mismo tiempo, por el mismo electorado, que eligió al presidente de la República''.

Diálogo, ''con cualquiera''

Más adelante indicó que ''lo que tenemos que tomar en serio son las propuestas que surjan de cualquier grupo ciudadano, ''incluida la convención ésta, llamada nacional democrática, para hacerle mejoras y adecuaciones a nuestras leyes e instituciones''.

Abascal dijo que en la Secretaría de Gobernación se dialoga ''prácticamente con cualquier ciudadano; no porque sea la convención democrática o no porque sea alguien que se autoproclamó en tal o cual sentido, sino porque son ciudadanos. Escuchamos absolutamente a todos y, claro, para efectos de la lucha política, para la conquista del poder, la Constitución prevé que solamente se puede hacer a través de partidos políticos y, por lo tanto, para este efecto, sólo los partidos políticos''.

El funcionario señaló que en la historia de México ''está perfectamente claro que siempre se ha dividido (al país), el siglo XIX nos presenta muchísimos ejemplos de ello. México ha salido perdiendo. Y pierden precisamente los más débiles, los más pobres, aquellos a los que se dice que se defiende en los movimientos políticos y México hoy lo que necesita es fortalecer su unidad''.

Los pobres, dijo, ''son siempre los más lastimados con motivo de la ruptura del orden institucional, de las revoluciones, de las guerras fratricidas, de las crisis económicas; invariablemente la carne de cañón. Los muertos los ponen los pobres y eso puede volver a pasar en nuestro país''.

En este sentido, Abascal mencionó el caso Oaxaca donde, según dijo, los más lastimados por el movimiento de la APPO y de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación son un millón 300 mil alumnos que tienen tres meses sin clases, y ''ni siquiera están recibiendo los alimentos derivados de todo el programa educativo que coordinamos con el DIF. Por lo tanto, otra vez, en Oaxaca los más pobres, los más indefensos, son los que pagan las consecuencias''.

Por otro lado, Abascal se refirió a la tranquilidad con que transcurrió la ceremonia del Grito en el Zócalo capitalino, adjudicándole a la ''visión de estadista'' que tiene el presidente Vicente Fox, esta situación.

Fox entendió que su responsabilidad era impulsar, dijo, la concordia. Se dio cuenta de que las provocaciones de que ''estábamos siendo objeto como gobierno federal, otra vez iban a dañar a los más pobres, a la gente que acude al Zócalo a celebrar con toda inocencia, y nos dimos cuenta de que los símbolos patrios iban a sufrir un desprecio por una competencia, por un regateo de parte de quienes querían arrebatarlos para hacerlos expresión propia''.

Abascal mencionó que ante este escenario ''pactamos una serie de extremos, inclusive, en el trayecto de lo que resta de esta administración, para que el Grito transcurriera en paz y en orden, como sucedió en todo el país''.

Alonso Urrutia

 
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