Acusa al foxismo de servir a un grupo de empresarios en detrimento de los trabajadores

Manipulaciones amarillistas, los ataques de la PGR en mi contra: Gómez Urrutia

Deplora que el gobierno que despertó expectativas "acabe repudiado por el pueblo"

PATRICIA MUÑOZ RIOS

Desde el extranjero, el líder minero Napoleón Gómez Urrutia respondió ayer a la Procuraduría General de la República (PGR) que las imputaciones por las que es perseguido no se sustentan legalmente, ya que "sólo son manipulaciones de corte amarillista y escandalosas", por lo que no hallarán pruebas contundentes y reales para continuar el proceso en su contra, pues no hubo ningún fraude con el fidecomiso de los trabajadores mineros.

En rápida entrevista telefónica, el dirigente dijo que "es muy triste que un gobierno que entró despertando las mayores expectativas acabe repudiado por el pueblo", ya que sus funcionarios se dedicaron a defender, apoyar y ayudar a los empresarios, mientras que reprimieron, persiguieron y acosaron a trabajadores, como es el caso del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos de la República Mexicana (SNTMMRM).

El gobierno federal no actuó como tal, con miras a los intereses superiores de la nación, sino al servicio de un grupo de empresarios, en detrimento de los trabajadores y de las clases populares, sostuvo.

Gómez Urrutia consideró que el gobierno de Vicente Fox no puede bajar la cortina y delegar en la próxima administración tantos conflictos sociales que no se han podido resolver, como el existente en el SNTMMRM, que sigue vivo "debido a la incapacidad de algunos funcionarios como Francisco Javier Salazar, secretario del Trabajo y Previsión Social (STPS); Emilio Gómez Vives, subsecretario del ramo, y José Cervantes Calderón, director general del registro de asociaciones, quienes no cumplen con la función encomendada".

La STPS bajo el mando de Salazar sólo ha actuado "por capricho" en el caso del sindicato minero y de acuerdo con sus intereses, para negar una toma de nota a un secretario general elegido legítimamente por los trabajadores, y ha querido imponer a toda costa a otra persona que no reconocen los mineros. "Sin embargo, no ha logrado nada, ya que esta organización está unida en torno a su Comité Ejecutivo Nacional, que es el que sustenta los contratos colectivos del sector, el que está negociando con los empresarios, y el que es reconocido por ellos", aseguró.

Son, según dijo, más de 70 de las principales empresas del ramo minero-siderúrgico con las que el actual comité ejecutivo mantiene una relación obrero patronal, respetuosa, con resultados positivos y en un marco de diálogo. En tanto, agregó, los "espurios", avalados por la STPS, no han negociado con ninguna empresa, nadie los respeta.

Añadió que después de siete meses de ataques a este sindicato no se ha logrado, en lo más mínimo, debilitar la unidad ni la lealtad de los trabajadores en torno al actual comité ejecutivo "electo democráticamente conforme a nuestros estatutos, y eso debería llamar la atención y hacer recapacitar y corregir a quienes van a continuar administrando el país por 73 días más y a quienes los van a suceder".

Hizo ver que el sindicato minero espera confiado y tranquilo el cambio de régimen, porque "nunca nuevas autoridades políticas y laborales podrán ser peores que las actuales". Recordó que en México hay trámites administrativos tan obsoletos como la llamada "toma de nota", la cual inventó el dictador italiano Benito Mussolini para tratar de controlar a los trabajadores y hoy sólo existe en nuestro país.

Cabe referir que la STPS desconoció la toma de nota que tenía el dirigente como secretario general de la agrupación y avaló, sin que mediaran elecciones y con la firma de tres trabajadores, a otro líder, Elías Morales, lo que desató una guerra en este sindicato.

Por ello, Gómez Urrutia insistió ayer en que esta organización está lista para dar la pelea con los nuevos diputados para, por una parte, impedir el retroceso de las conquistas de los trabajadores con una Ley Federal del Trabajo que sólo sirva a los intereses de los patrones y, por el otro, a impulsar medidas que simplifiquen la vida de los sindicatos y la eliminación de medidas absurdas como la toma de nota.

Preguntó a las autoridades laborales del país: "¿Que no es tiempo ya de solucionar un conflicto creado y, lo más importante, respetar y escuchar la voz de los agremiados en activo, en lugar de intentar basar una supuesta legalidad en unos cuantos expulsados y ex trabajadores del SNTMMRM que en la realidad trabajan para los intereses de una sola empresa, como Grupo México, de Germán Larrea Mota Velasco?".

Por último alertó de lo importante que es impedir que crezca el malestar de los agremiados, ya que ello traería aún más graves consecuencias para el sector y para México, cuando lo único que se requiere es voluntad política, la auténtica aplicación de la ley y el respeto absoluto a la autonomía sindical.