También se remozará el retablo que alberga, el más antiguo y completo de América
Comienza restauración del templo de San Juan en Cuauhtinchán
El Fondo Mundial de Monumentos destina 100 mil dólares para las labores de mantenimiento
Problemas ambientales y estructurales dañan la pintura; rescatarán los murales del presbiterio
Ampliar la imagen El retablo de la iglesia de San Juan Bautista, en Cuauhtinchán, Puebla, está sometido a labores mayores de restauración por el grado de deterioro que presenta
Cuauhtinchán, Puebla. 16 de septiembre. La Fundación Amigos de Cuauhtinchán, formada en 1984, acaba de recibir 100 mil dólares por parte del Fondo Mundial de Monumentos (WMF, por sus siglas en inglés) para restaurar el presbiterio del templo de San Juan Bautista de ese poblado, y así darle un entorno digno a su retablo del siglo XVI, considerado el retablo completo más antiguo de América.
De esta manera se entrelazarán dos proyectos de restauración en el inmueble conocido coloquialmente como "el convento de Cuauhtinchan (sin acento)", aunque fue un monasterio franciscano. Desde el 21 de agosto el retablo es objeto de un "mantenimiento mayor", para atender aquellas áreas donde la pintura presenta problemas, explica la restauradora Alicia Ortega. El retablo fue sometido a una restauración total hace 20 años, por medio de la Dirección de Sitios y Monumentos de la entonces Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (Sedue). La responsable fue precisamente Alicia Ortega.
Por un lado, la Fundación Amigos de Cuauhtinchán, el gobierno municipal y la Asociación del Encuentro del Jaguar y el Aguila, lograron reunir 320 mil pesos para darle mantenimiento al retablo. Se calcula que los trabajos terminarán en noviembre. Por el otro, el Fondo Mundial de Monumentos, mediante su programa bienal Vigías de Monumentos del Mundo, formado en 1995 con American Express, colocó al templo de San Juan Bautista en una lista para recibir asistencia en 2006 por ser uno de 100 sitios en riesgo. Es probable que este segundo proyecto arranque en noviembre para terminar en febrero.
De acuerdo con Cecilia Magaona, presidenta de la fundación, los 100 mil dólares aportados por American Express, mediante el WMF, se aplicarán de las siguientes maneras. En primer lugar, habrá que encontrar la solución de fondo de "ciertos cambios ambientales", por ejemplo, la humedad que hace que la madera se encoja y expulse la capa pictórica, porque "de nada sirve que cada cinco o seis años tengamos que restaurar el retablo porque se volvió a afectar". El análisis del problema y diseño de una estrategia para contrarrestarlo le corresponderá al especialista Michael Henry.
En segundo término, se utilizarán fondos para buscar formas de controlar el calor, la luz y las corrientes de aire, que contribuyen a resecar el ambiente y la madera. Se ha detectado, explica Alicia Ortega, que la puerta lateral de acceso desde la sacristía, genera una corriente que incide directamente sobre el tablero de la Anunciación, incluido en el retablo principal. Aunque la puerta de entrada al Templo se ha restaurado, se han dejado grietas y presenta faltantes, entonces también produce una ráfaga de aire que, al juntarse con otra, da directamente al retablo.
Luego, una de las ventanas superiores deja pasar, sobre todo en invierno, una luz sumamente intensa, que también incide sobre el retablo y seca el ambiente.
Ya que el retablo más antiguo de América no puede tener a su alrededor "unos retratos que se están cayendo", finalmente se rescatará la pintura mural del presbiterio, que lleva siglos cubierta de cal por razones de higiene, trabajo que Magaona llama de "titanes", porque es "milímetro por milímetro, con bisturí, como una cirugía". Se trabajará también en los dos retablos laterales del siglo 19, que estaban, inclusive, separándose del muro.
Para Alicia Ortega la pintura mural del presbiterio, que sigue las técnicas utilizadas en la segunda mitad del siglo XVI, constituirá un testimonio muy claro de lo que fue el esplendor del templo de San Juan Bautista en su momento. Nuestra idea, apunta, es continuar hacia la parte posterior del recinto, rumbo a la puerta de entrada. Calcula que la restauración total de la iglesia costará unos cinco millones de pesos.
Sergio Zaldívar, quien estuvo al frente de Sitios y Monumentos de la Sedue en 1986, se pronuncia por no dejar un monumento histórico como "canica chupada", porque "se pierde este mensaje de transmitir el sentido de antigüedad". Aconseja orientar los trabajos, que siempre han sido con muy pocos recursos comparados con la importancia del monumento, pero tratando de atacar y evitar daños.
De acuerdo con Norma Barbacci, directora de Programas en América Latina del WMF, la clave del éxito está en el trabajo en conjunto. Mediante una nueva asociación de WMF con American Express, llamada Socios en preservación, fue que se consiguió el aporte de los 100 mil dólares para Cuauhtinchán.
México, apuntó Barbacci, es el país donde "más proyectos tenemos, primero, porque tiene un patrimonio impresionante, entonces, no faltan propuestas ni posibilidades de trabajo. Luego, muchos de nuestros donantes están muy interesados en apoyar a México". En la actualidad el WMF está involucrado en alrededor de 20 proyectos en el país, algunos por empezar, algunos por terminar y otros que llevan años. Barbacci menciona la zona arqueológica Cuevas de Madera, en Chihuahua. Además, existe un proyecto de documentación con el Centro Histórico de la ciudad de México.
Los trabajos de restauración se realizan bajo la supervisión el Instituto Nacional de Antropología e Historia.