Admite el Pentágono que la violencia se ha incrementado en la capital de Irak
Ataques de la resistencia dejan al menos una treintena de muertos en Baquba
Ampliar la imagen Un iraquí herido por el estallido de un coche bomba recibe atención médica en un hospital de Bagdad Foto: Ap
Bagdad, 14 de septiembre. Acciones de la resistencia a la ocupación dejaron hoy al menos 30 muertos en Baquba, mientras el ejército de Estados Unidos reconoció que se incrementó la violencia en esta capital, donde en los últimos dos días fueron encontrados un centenar de cadáveres, pero insistió en que la situación mejora en áreas que sus fuerzas tomaron como objetivos.
En este contexto, el Ministerio de Defensa aseguró que el segundo al mando de la red Al Qaeda en Irak, Abu Jaafar Liby, de origen libio, fue abatido el domingo durante una incursión de las fuerzas iraquíes contra su escondite en el centro de Bagdad. Agregó que sus tropas arrestaron a otro hombre que, dijo, es el cuarto en el rango, pero no ofreció más detalles.
Además de los ataques de la resistencia que dejaron unos 30 muertos en Baquba, en Diwaniya, al sur de Bagdad, fue impuesto un toque de queda luego de una redada en los cuarteles centrales de seguidores del clérigo chiíta Moqtada Sadr y de posteriores enfrentamientos entre milicianos chiítas y las fuerzas iraquíes y estadunidenses, que dejaron un muerto y 17 heridos, tres de ellos oficiales de policía.
El ejército invasor reportó la muerte de dos de sus soldados en sendos ataques al sur de esta capital, ciudad en la que la policía encontró los cuerpos acribillados de otras 20 personas, lo que eleva a casi un centenar los cuerpos hallados en dos días.
El vocero del ejército de Estados Unidos, William Caldwell, confirmó que en Bagdad ha habido un máximo de violencia en las últimas 24 horas, y gran parte fueron asesinatos y ejecuciones, pero insistió en que la situación mejora en áreas que sus fuerzas tomaron como objetivos.
Ante la persistente violencia, Adnan Dulaimi, líder del Frente Acuerdo Iraquí, el mayor grupo sunita en el Parlamento, aseguró que los escuadrones de la muerte sectarios podrían llevar a un colapso político en Irak, e indicó que "si estos actos de barbarie no se detienen, afectarán el plan de reconciliación".
Mientras, un testigo acusó directamente a Saddam Hussein de la muerte de su familia, en el juicio que se le sigue al ex presidente iraquí por genocidio en la campaña militar llamada Anfal contra los kurdos entre 1987 y 1988.
El kurdo Abdullah Hassan dijo que en 1989 pidió una audiencia con Saddam, quien a su pregunta sobre el destino de sus familiares, detenidos en la región de Sulaimaniya, sólo respondió: "Calla, se perdieron en la campaña Anfal".
Durante la audiencia, Hussein respondió que no recordaba haber visto nunca a esa persona, y le preguntó a Hassan: "¿Por qué intentaste verme cuando sabías que era un dictador?"
Pero presidente del Alto Tribunal, Abdalá Ameri, chiíta que sirvió en los tribunales del antiguo régimen, afirmó que Saddam Hussein "no era un dictador". Acto seguido el dirigente iraquí agradeció al juez.