Sugiere el presidente venezolano enterrar el Noal y crear algo "que sirva de verdad"
Divide el plan nuclear de Irán a la conferencia de naciones no alineadas
Dos comisiones de expertos que sesionaban desde el lunes debieron ser clausuradas por diferencias
Fracasa iniciativa boliviana para reconocer los valores medicinales y culturales de la hoja de coca
Ampliar la imagen El canciller Pérez Roque recibe en el aeropuerto de La Habana al secretario general de la ONU, Kofi Annan Foto: Reuters
La Habana, 14 de septiembre. El plan nuclear iraní y la situación en Líbano mantenían esta noche abiertos los debates en la decimocuarta conferencia cumbre del Movimiento de Países no Alineados (Noal), que entró en una carrera contra el tiempo para concluir la negociación de documentos que deberán adoptar el fin de semana los jefes de Estado y de gobierno.
El tema iraní también polarizó la discusión en el Grupo de los 15 (G-15), que sesionó hoy en forma paralela al Noal. Las diferencias llevaron a la clausura de las dos comisiones de expertos que sesionaban desde el pasado lunes.
A continuación se abrió una plenaria de los cancilleres, que al final de este jueves se disponían a encontrar algunas versiones definitivas de acuerdos.
En la sesión del G-15, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, tensó todavía más la polémica al reclamar respaldo íntegro a las posiciones de Irán y sugerir que ese grupo de coordinación desaparezca ante su falta de resultados concretos.
Fuentes vinculadas a las negociaciones dijeron a La Jornada que la formulación prevista para respaldar el proyecto nuclear de Teherán en la declaración final de la reunión de países no alineados, era difícil de aceptar por algunos delegados, quienes preferían una redacción "más equilibrada".
Una discusión similar se produjo en el G-15, integrado en realidad por 19 naciones: Argelia, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Egipto, India, Indonesia, Jamaica, Malasia, México, Kenya, Nigeria, Perú, Senegal, Sri Lanka, Venezuela y Zimbabwe
En este grupo, algunas delegaciones insistieron en incluir en el proyecto de conclusiones una referencia a la observancia al sistema de salvaguardias internacionales en materia nuclear.
En el caso de Líbano, las discrepancias se centraban en una enmienda al texto original para condenar los ataques a víctimas civiles inocentes israelíes.
Cuando el debate estaba trabado en el G-15, Chávez habló para reclamar un apoyo íntegro al plan de Teherán y criticar sorpresivamente el funcionamiento del propio grupo de naciones en desarrollo, surgido en 1989.
Recordó que él mismo había advertido en el pasado una declinación del movimiento y afirmó que si ahora "no da señales de vida, no debemos alargarla artificial y protocolariamente y enterrarlo y que nazca alguna cosa nueva que nos sirva de verdad".
Tema novedoso
Otro asunto que previamente había causado discrepancias entre los delegados fue una iniciativa boliviana para reconocer los valores medicinales, culturales y espirituales del cultivo de coca en el mundo andino, pero la falta de respaldo y la polémica llevaron al retiro de la moción.
El ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, David Choquehuanca, reconoció lo anterior y explicó el rechazo a su planteamiento. "Es que el mundo todavía no entiende, porque durante todo este tiempo la coca ha sido satanizada", afirmó.
En su propuesta al introducir en un debate internacional este novedoso tema, Bolivia sostiene que la hoja de coca no sólo no es una droga, sino que además es una planta sagrada de los pueblos indígenas de los Andes.
"Occidente es el que ha dañado a la hoja de coca -dijo Choquehuanca-, por eso nosotros vamos a solicitar a entidades como la Organización Mundial de la Salud que lleven a cabo estudios científicos sobre las cualidades de la coca y vamos a hacer campaña para difundir los hallazgos de la investigación. El mundo tiene que conocerlo. Pero mientras vamos a tener paciencia; estamos seguros de que un día el mundo va a reconocer su valor".
Por su parte, el presidente boliviano, Evo Morales, intervino en la primera reunión cumbre del Grupo de Países en Desarrollo sin Litoral, integrado por 31 naciones, que se reúne también paralelamente al encuentro del Noal.
El mandatario se manifestó confiado en que la cuestión de la mediterraneidad boliviana será discutida con Chile, para "construir una solución armoniosa".