Usted está aquí: viernes 15 de septiembre de 2006 Política Sólo durante la Revolución Mexicana fue cancelado el desfile del 16 de septiembre

Se prevé que en la parada militar se haga una demostración de la ''fuerza del Estado''

Sólo durante la Revolución Mexicana fue cancelado el desfile del 16 de septiembre

Miles de participantes se preparan desde hace dos meses

El comandante de la columna será el general Juan Alfredo Oropeza Garnica, quien podría ser el próximo titular de Sedena

JESUS ARANDA

Ni siquiera en el difícil año de 1968, a pocos días de la matanza de Tlatelolco, el desfile militar estuvo en riesgo de no llevarse a cabo; este año, después de una serie de acuerdos y desencuentros, se realizará la parada militar con que las fuerzas armadas ratificarán su lealtad a las instituciones y a su comandante en jefe, el Presidente de la República, pero también servirá para que soldados de elite del Ejército y la Armada de México -quienes ocupan cada vez mayores espacios en el desfile- hagan una demostración de la ''fuerza del Estado''.

De acuerdo con fuentes castrenses, miles de participantes se preparan desde hace más de dos meses para esta revista militar, cuya celebración no está prevista en la Constitución ni en ninguna ley secundaria, y que se ha convertido en el único día del año en el que la población sale a aplaudir a los soldados y marinos que cumplen labores anónimas que los alejan de sus hogares durante largos periodos por razones de servicio.

También, este 16 de septiembre se cumplirán 5 años de que los aviones y helicópteros de la Fuerza Aérea y de la Armada no surcan los cielos de la ciudad de México, como consecuencia del accidente ocurrido en 1995, en el que se colapsaron en el aire tres aviones T-33 y un F-5. Debido a esa catástrofe, la presencia de las aeronaves se interrumpiócon excepción del desfile del año 2001, cuando por única vez reaparecieron.

Este año, las acciones de resistencia civil de la coalición Por el Bien de Todos, encabezada por Andrés Manuel López Obrador, al convocar a un plantón permanente en el Zócalo capitalino y las calles de Madero, Juárez y Paseo de la Reforma, el pasado 30 de julio, hicieron suponer a algunos que la celebración de la parada militar estaba en riesgo, extremo descartado que fue salvado la víspera de la celebración, pese a que todavía ayer la Plaza de la Constitución y avenida Madero estaban colmadas de casas de campaña de los simpatizantes de PRD, PT y Convergencia.

Tradición de 96 años

Desde 1910, cuando Porfirio Díaz ordenó la realización del primer desfile, salvo el periodo de la Revolución Mexicana, nunca había sido puesta en duda la celebración de este acto anual, ni siquiera en los días previos a la matanza del 2 de octubre de 1968, cuando estaba en su momento más fuerte la movilización estudiantil.

Según militares consultados por este diario, uno de los principales orgullos de ser miembro de las fuerzas armadas es, precisamente, la posibilidad de portar gallardamente su uniforme el 16 de septiembre, y este sentimiento lo comparten desde los cadetes de reciente ingreso de los planteles castrenses, hasta el general de división que comanda la columna militar.

En 1995 desfilaron 26 mil soldados; en 96, 28 mil 936; en 97 sumaron 29 mil 583; en 98 alcanzaron los 34 mil 160, y en 1999, casi 33 mil. Pero a partir del último año de labores del presidente Ernesto Zedillo, los contingentes comenzaron a reducirse: ese año (2000) marcharon únicamente 22 mil 721 elementos; en 2001, en que reincorporó de forma extraordinaria la exhibición aérea, desfilaron 20 mil 771; para 2002 únicamente hubo 12 mil 337, por 14 mil que lo hicieron en 2003, 15 mil 808 en 2004 y 15 mil 165 el año pasado.

En forma proporcional, la presencia de elementos de elite del Ejército Mexicano es cada vez mayor y su impacto visual se torna evidente.

Este año, el comandante de la columna será el general Juan Alfredo Oropeza Garnica, director de Industria Militar, y de acuerdo con comentarios castrenses quien comanda el último desfile de un sexenio se convertirá seguramente en próximo secretario de la Defensa Nacional.

Así ocurrió al menos con los generales Juan Arévalo Gardoqui, Antonio Riviello Bazán, Enrique Cervantes Aguirre y el actual titular de la Defensa Nacional, Gerardo Clemente Ricardo Vega García.

 
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