El Senado allanó el camino hacia Dolores Hidalgo
El Senado de la República abrió ayer la puerta para que el presidente Vicente Fox pudiera dejar de asistir esta noche al Zócalo, al aprobar un punto de acuerdo en el que se le exhortó a cambiar la sede para la realización de la ceremonia del Grito de Independencia.
El tema fue promovido por los legisladores panistas y apoyado por el resto de las fuerzas políticas, incluidos los perredistas, los cuales vieron en la posición del PAN un triunfo político de Andrés Manuel López Obrador, quien en días pasados anunció que también él daría el Grito en la plancha del Zócalo.
El coordinador de la bancada panista en Xicoténcatl, Santiago Creel, explicó ante el pleno que los dos actos programados para llevarse a cabo en la Plaza de la Constitución esta noche, podrían resultar en un desencuentro no deseado que afectaría las tradiciones republicanas.
Por ello pidió a los legisladores reflexionar sobre el caso y manifestarse por la salvaguarda de la cohesión social que debe existir en esta conmemoración.
Una vez que el punto fue aprobado por todos los partidos y que el secretario de Gobernación, Carlos Abascal, anunciara minutos después la decisión presidencial de trasladar a Dolores Hidalgo la ceremonia del Grito de Independencia, Creel Miranda consideró que la decisión de Fox Quesada debe interpretarse como un acto de prudencia y sensatez, para evitar confrontaciones que nadie desea y los ''gritos'' se den en un ambiente de tranquilidad.
Rechazó que el jefe del Ejecutivo se haya doblegado ante el perredista Andrés Manuel López Obrador o haya abandonado la plaza. Simplemente expuso que las fiestas deben ser fiestas.
A su vez, Humberto Aguilar, vicecoordinador de los senadores panistas, calificó el acuerdo del Senado de un triunfo de la razón que ayudará a distender el clima político del país. Además, dijo, no gana el que grita más fuerte, sino el que da muestras de sensibilidad.
Por su parte, Arturo Escobar, del Partido Verde Ecologista de México, expuso que cualquier acción que pueda distender la actual situación es positiva.
Los perredistas consideraron el anuncio del cambio de sede como un triunfo, e inclusive adelantaron que ya no tendría sentido que López Obrador diera el Grito en el Zócalo.
Por la mañana, antes de la aprobación del acuerdo, hubo declaraciones del coordinador de los diputados panistas, Héctor Larios, que denotaron contradicciones al interior del blanquiazul en torno a la celebración del 15 de septiembre.
En San Lázaro, el sonorense advirtió inicialmente que la ceremonia corresponde al Presidente de la República: ''Es una tradición mexicana que proviene de muchísimos años atrás y siempre el Grito ha sido dado por el Presidente. Yo solamente veo un Grito dentro de la tradición''.
Dicha aseveración fue cuestionada por los reporteros que cubren la fuente legislativa en la Cámara de Diputados. Le replicaron que es un derecho, que hasta la Constitución ampara, y por tanto cualquier ciudadano podrá participar en esa fiesta nacional como le convenga o prefiera. Larios insistió, elevando el tono de voz, que ''es el festejo de inicio del proceso de Independencia de todos los mexicanos''.
-Sin embargo, diputado, ¿es un derecho de cualquier ciudadano hacerlo como desee? -se le insistió.
-La tradición que ha existido en este país es que el Presidente de la República dé el Grito y los mexicanos festejamos, y se repite este proceso en todo el país.
-Entonces los ciudadanos podrán hacerlo como bien les convenga.
-Desde luego que sí.
Sin saber aún que Gobernación anunciaría más tarde que Fox no estará en el Zócalo este 15 de septiembre, a Larios se le preguntó en torno a la sugerencia de la coalición Por el Bien de Todos para que asistiera Dolores Hidalgo, a emitir la arenga independentista, y respondió de la siguiente forma: ''También hay sugerencia para que ya que reconocieron que tuvo más votos Felipe Calderón, esté tres años en la Presidencia y tres López Obrador; hay en este país muchísimas ocurrencias y todas son bienvenidas''.