El EMP evitó que llegaran al Altar a la Patria simpatizantes de López Obrador
Fox homenajeó a los Niños Héroes bajo estrictas medidas de seguridad
Ampliar la imagen El conflicto poselectoral marcó el homenaje que se rindió ayer a los Niños Héroes, que estuvo encabezado por el presidente Vicente Fox, quien llegó al Altar a la Patria bajo estrictas medidas de seguridad Foto: Cristina Rodríguez
En el Altar a la Patria ayer se reservó el derecho de admisión: aquellas personas que pretendían asistir a la ceremonia anual en honor de los Niños Héroes no pudieron hacerlo debido a las restricciones impuestas por el Estado Mayor Presidencial (EMP).
La medida trató de impedir -y finalmente lo consiguió- que seguidores de Andrés Manuel López Obrador, sobre todos los instalados en los campamentos de avenida Reforma, se manifestaran frente al presidente Vicente Fox, quien encabezó el acto. Pero de todos modos se hicieron oír.
La ceremonia fue breve y solemne, como cada año. Al presidente Vicente Fox sólo correspondió pasar lista de honor a los héroes de 1847, a los cadetes del Heroico Colegio Militar y a los de la Heroica Escuela Naval que en 1914 participaron en la defensa del puerto de Veracruz contra la invasión estadunidense.
Sin embargo, Fox se equivocó y leyó fuerte "Juan Azueta", en lugar de José Azueta, teniente de la Heroica Escuela Naval, uno de los dos miembros de ese plantel militar que se mencionan siempre en este pase de lista.
Es de resaltar que anualmente el mandatario hace este repaso de los mismos héroes por lo menos en tres ceremonias más, además de la del 13 de septiembre: es cuando acude a la apertura y clausura de cursos de los planteles militares.
La versión estenográfica corrigió el yerro presidencial, pero éste ya había quedado registrado en todas las grabadoras.
Por lo demás, en la demostración de marcialidad de la guardia ante el monumento a los Niños Héroes de Chapultepec, Fox estuvo acompañado de casi todos los miembros de su gabinete legal y ampliado, y de los representantes de las cámaras de Diputados y de Senadores, Jorge Zermeño y Manlio Fabio Beltrones, respectivamente. Esta vez no asistió el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Mariano Azuela, quizá por la reunión a la que acude en Morelos.
Fueron invitados especiales los agregados militares de las representaciones diplomáticas acreditadas en México. El jefe del Gobierno del Distrito Federal envió en su representación a Ricardo Ruiz, secretario general de Gobierno.
El único orador fue el cadete Ricardo Alejandro Alvarado, del Heroico Colegio Militar, quien recordó el legado de patriotismo, de lealtad y de honor de los Niños Héroes, y expresó el compromiso de los soldados mexicanos de cumplir con lealtad y convicción los deberes que les fijan la Constitución y sus leyes.
Esos preceptos, indicó, "permiten la sana vida republicana y una institución militar madura, disciplinada y con férrea voluntad de servicio a la nación''.
Desde avenida Reforma, mientras se desarrollaba el programa, se escuchaban ininterrumpidas las voces de quienes por medio de un amplificador gritaban a Fox su condición de "traidor a la democracia" y entonaban el Himno Nacional.
Pero el Estado Mayor Presidencial cumplió su cometido de realizar una ceremonia sin contratiempos o sobresal- tos para el mandatario y sus invitados, pues para eso cada persona que entraba a la explanada del Altar a la Patria, además de pasar por los arcos detectores de metal, era revisada manualmente para prevenir la introducción de algún cartel u otro objeto con el cual manifestar protesta o inconformidad.
Gira presidencial en NL
En una gira por Nuevo León, el presidente Fox reiteró que su gobierno decidió "cerrar la cortina" en materia monetaria y presupuestal, porque no sería responsable que a dos meses de dejar el poder se siguieran haciendo gastos. En cambio, se decidió "dejar que crezcan las reservas, que crezcan esos excedentes para que el próximo gobierno de don Felipe Calderón entre con fibra, con un buen margen de maniobra, porque este país, ante los enormes retos que enfrenta, no puede perder un solo minuto de su tiempo".
Asentó: "tenemos que entregar la estafeta a las doce de la noche del 30 de noviembre con un país en marcha, metiendo el acelerador para ir más aprisa y un nuevo gobierno tomando la estafeta en carrera acelerada para servir mejor a México".
Con información de Alfredo Valadez y David Carrizales, corresponsales