Rechazan ONG y científicos aval a maíz transgénico
Frente a la próxima conclusión de la consulta pública sobre los permisos de cultivos experimentales de maíz con granos transgénicos, dados a las trasnacionales Monsanto, Pionner y Dow Agrosciences, organizaciones no gubernamentales y científicos advirtieron que el riesgo de esta autorización es que será el primer paso para privatizar ese bien público.
Además, señalaron que dicha solicitud es ilegal, porque se basa en la norma 056 Fito, que perdió vigencia cuando se aprobó la Ley de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados. Desde1992 se han hecho pruebas de grano transgénico, pero la Secretaría de Agricultura (Sagarpa) nunca ha dado a conocer los resultados.
En conferencia de prensa, Antonio Serratos, investigador de El Colegio de México, dijo que las solicitudes que la Sagarpa prevé resolver tras concluir la consulta pública, el próximo 19 de septiembre, no tienen sustento jurídico y que se quiere hacer pasar la norma citada por encima de la ley.
Precisó que el proyecto maestro de maíz, sujeto a consulta pública en la página de Internet del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, será realizado por especialistas del Centro de Investigaciones Avanzadas del IPN, coordinados por Luis Herrera Estrella, en campos experimentales del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), dependiente de la Sagarpa. Este plan no tiene fundamento, ya que la plaga conocida comúnmente como "el barrenedor europeo", que combate el maíz BT, producido por Monsanto, no existe en México, y sólo en Estados Unidos es un problema, advirtió.
Aseguró que aquí hay otras plagas, debido a la gran diversidad de maíz, lo cual hace que esa tecnología no sea apropiada. Esto, dijo, se sabe desde 1992, ya que fue entonces cuando se comenzaron a hacer evaluaciones del impacto y las posibles consecuencias de la siembra de grano transgénico en México. Aclaró que desde ese momento a los expertos les parecía incongruente utilizar esa tecnología para algo que no existe en el campo mexicano.
Dijo que las compañías extranjeras también lo saben, además de que en Sonora y en Los Mochis, Sinaloa, ya se hicieron experimentos de maíz transgénico en 1997. "Los resultados ya fueron analizados y discutidos. La Sagarpa debería dar a conocer las conclusiones y los dictámenes que se dieron, así como las razones de por qué se quiere repetir esas experiencias con una tecnología ineficiente para las condiciones de México."
El investigador sostuvo que, además, la Ley de Bioseguridad prevé la creación del Comité Consultivo Científico en el seno de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados, lo cual no se ha hecho, y esa instancia tiene la responsabilidad de validar las investigaciones.
Aseguró que desde 1992 se comenzaron a dar presiones en el país para el cultivo de transgénicos, y como ejemplo se refirió al algodón, sobre el cual ese año se dio un permiso para sembrarlo en una hectárea y ahora ya se siembran 100 mil hectáreas.