La situación, ligada a "retrocesos y estancamiento de procesos democráticos"
Condena el Celam exclusión de los pobres en AL
La mayor parte de los países de Latinoamérica ha "descubierto" la existencia de sujetos que "ya no son útiles e integrables" a la globalización. Es decir, millones de pobres y marginados que "no ven claro que el Estado y los mercados puedan ampararlos, promoverlos y sacarlos de la exclusión", acusó el presidente de la Comisión Pontificia de Justicia y Paz, cardenal Renato Raffaele Martino.
Para el representante del Vaticano en los trabajos de discernimiento sobre los nuevos desafíos sociales de la región, organizado por el Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (Celam), la situación está ligada a "retrocesos y estancamientos" de los procesos democráticos, causados por el "incumplimiento de promesas y la percepción de que estos sistemas no contribuyen a mejorar la situación de las mayorías".
A ello sumó el panorama que los representantes de la Iglesia católica perciben en la zona: narcotráfico, corrupción, inseguridad en las calles, violencia en ciudades y pueblos, "atentados silenciosos contra la vida que se inicia", aumento de las desigualdades y la pobreza, deterioro ecológico y en las condiciones de empleo, así como falta de plena libertad religiosa.
Planteó la importancia de "imaginar y construir un continente para todos", basado en los principios de la doctrina social de la Iglesia católica, donde la defensa y promoción de los derechos humanos, en especial de la vida y de la familia, fundada en el matrimonio entre hombre y mujer, son fundamentales. Deben tener, asentó, "límites infranqueables para cualquier instancia política, jurídica, nacional o internacional".
No obstante, insistió que hoy en América Latina y el Caribe el derecho al desarrollo significa combate a la pobreza y la desigualdad. "Demasiadas personas viven una vida sin esperanza", y para promover eficazmente el desarrollo del hombre se requiere "no caer en la tentación de mirar y tratar a los pobres como un problema, sino como sujetos y protagonistas de un fruto nuevo y más humano para el mundo", parafraseó al fallecido Papa Juan Pablo II.
La solidaridad sin subsidios, acentuó el representante vaticano en el segundo Congreso Latinoamericano y del Caribe de Doctrina Social de la Iglesia, "con mucha frecuencia se vuelve asistencialismo al que se debe renunciar definitivamente porque, como demuestra la historia reciente de muchos países en la región, no ha dado solución efectiva y duradera a los problemas de desarrollo y combate a la pobreza. Más aún, con frecuencia los ha agravado, favoreciendo también la corrupción".
El religioso consideró que es necesaria una colaboración "inteligente y activa de cristianos en la construcción de la comunidad política y de la democracia", sobre las bases de la institución católica.
Lo anterior, dijo en conferencia de prensa como convocante del encuentro que se realiza en un seminario del centro de Tlalpan, "por encima de partidos políticos que sufren arterioesclerosis".