Investigaciones del Inmegen harán posible predecir padecimientos como diabetes
Millones de mexicanos, con disposición genética a sufrir males cardiovasculares
Una tercera parte de los mexicanos tiene predisposición genética a padecer enfermedades cardiovasculares y sus consecuencias, como infartos y embolias, debido a la variación encontrada en uno de los genes de la proteína ABDR1, aseguró Gerardo Jiménez Sánchez, director del Instituto de Nacional de Medicina Genómica (Inmegen).
A partir de muestras sanguíneas tomadas a 600 individuos de seis estados de la República, los investigadores han estudiado más de 70 millones de variaciones de una sola letra del genoma humano, el cual -recordó el especialista- está compuesto por 3 mil 200 millones de letras (A,T,C y G), organizadas de cuatro en cuatro, de las cuales los seres humanos tienen en común 99.9 por ciento de esas combinaciones. El restante 0.1 por ciento, equivalente a 10 millones, es lo que diferencia a las razas y poblaciones entre sí.
Con esta premisa, el Inmegen inició sus actividades hace dos años para descifrar el mapa genómico de los mexicanos y saber cuáles son las características genéticas que nos diferencian del resto del mundo y cuáles las variaciones que predisponen a la población a padecer ciertas enfermedades. También se podrá conocer qué individuos tendrían mejor respuesta en el uso de medicamentos para controlar dichos padecimientos.
Por ejemplo, los investigadores han detectado que en los mexicanos es característica la presencia de una variación en la letra G de la proteína ABDR1, la cual condiciona el desarrollo de males cardiovasculares. En conferencia de prensa para dar a conocer la realización del segundo Congreso Nacional de Medicina Genómica (en octubre próximo, en la ciudad de México), Jiménez Sánchez resaltó la importancia del trabajo de investigación que ya se ha iniciado en México y con el que también se ha encontrado que uno de cada 250 niños con leucemia presenta efectos adversos a la quimioterapia, en particular a la sustancia puritenol.
Sobre los avances, todavía deberán realizarse estudios clínicos para corroborar los datos obtenidos en laboratorio. Sin embargo, de confirmarse la información para el caso de los niños con leucemia, por ejemplo, sólo se necesitará realizar una prueba de tamiz (con un par de gotas de sangre) -a un costo menor de 200 pesos- para determinar si el paciente tendrá buena respuesta al tratamiento.
Para el caso de las enfermedades cardiovasculares, una vez que se corroboren los datos, será posible que las personas sepan con varios años de antelación el riesgo en que se encuentran por tener la variación genética y las medidas que deberán tomar para evitar, o por lo menos retrasar el mayor tiempo posible, el desarrollo del padecimiento.
Otros de los proyectos de investigación que se realizan en el Inmegen tienen que ver con la identificación de genes de riesgo para la degeneración macular asociada a la edad, la que, según comentó Jiménez Sánchez, es la segunda causa de ceguera en el país entre personas mayores de 50 años. Existen 8 millones de personas con riesgo de sufrir este mal.
El Inmegen también trabaja en la identificación genómica de la diabetes mellitus, el lupus, la artritis y el asma. A partir de estos trabajos, Jiménez Sánchez calculó que aproximadamente en 15 años, en México será posible prevenir, retrasar y/o evitar las enfermedades más comunes en la población. Mediante proyectos de colaboración con otras instituciones, el instituto también trabaja sobre la expresión genómica de la cirrosis y la obesidad, el mapa genómico de los tzeltales, la genómica del cáncer de mama y el análisis de expresión durante la germinación del maíz, entre otros.