Ningún grupo se adjudica la acción; autoridades sospechan que Al Qaeda está implicada
Fallido atentado a la embajada de EU en Siria; mueren 3 atacantes
Washington agradece a Damasco el apoyo para garantizar la seguridad de sus connacionales
Sugiere la Casa Blanca dar vuelta a la página en la problemática relación entre ambos países
Ampliar la imagen Bomberos sirios en la zona de la embajada estadunidense que cuatro hombres armados intentaron atacar ayer en Damasco Foto: Reuters
Amman, 12 de septiembre. Cuatro hombres vociferando consignas islámicas lanzaron un fallido ataque contra la fuertemente custodiada embajada estadunidense en Damasco este martes. Tres de ellos fueron abatidos y el otro fue capturado al quedar gravemente herido. Un guardia de seguridad sirio también murió pero ningún estadunidense resultó lesionado. Un vehículo preparado con explosivos y bombonas de gas no llegó a estallar.
Los atacantes, armados con rifles automáticos y granadas, no tenían ninguna oportunidad de éxito en su intento por atravesar las murallas de tres metros de alto que rodean la embajada. Al menos otras 11 personas, incluido un diplomático chino de alto rango, resultaron heridas en el tiroteo que se desató en el barrio de la embajada en Damasco.
"Vi a dos hombres vestidos de civil y armados con granadas y armas automáticas", dijo Ayman Abdel Nour, un comentarista político que estaba en la zona. "Corrieron hacia el complejo gritando consignas religiosas y disparando sus rifles automáticos".
El simple hecho de que el asalto haya ocurrido es un signo más de la escalada en la tensión de Medio Oriente debido a las guerras en Irak, Afganistán y Líbano, y a la gran pérdida de vidas humanas en Gaza.
El ataque parecía haber sido planeado a nivel amateur, y no tenía ninguno de los rasgos característicos de una operación bien organizada, lo cual era evidente por la masiva cantidad de explosivos con los que pretendían derribar las barricadas.
Ningún grupo se adjudicó, de inmediato, la responsabilidad del ataque pero se sospechaba de un grupo derivado de Al Qaeda llamado Jund al Sham, según informó el embajador sirio en Estados Unidos, Imad Moustapha. Agregó que este grupo fundamentalista ha sido acusado de diversos atentados cometidos en Siria en tiempos recientes.
Los atacantes tenían pocas posibilidades de lograr su objetivo, pues la embajada estadunidense está situada en el vigilado barrio Rawsa de Damasco, donde viven numerosos funcionarios gubernamentales de alto rango.
Estados Unidos, que ha estado enfrentado a Siria por los temas de Irak y Líbano, expresó gratitud a Damasco por su rápida respuesta y sugirió que los dos países den vuelta a la página en su problemática relación.
"Las autoridades sirias vinieron en auxilio de los estadunidenses. El gobierno de Estados Unidos está agradecido por la ayuda que brindaron los sirios al perseguir a los atacantes", dijo el vocero de la Casa Blanca, Tony Snow. "Esperamos que se conviertan en un aliado y decidan combatir a los terroristas", agregó. Estados Unidos considera a Siria un país patrocinador del terrorismo.
Hace algunos años Washington parecía tener éxito en sus medidas de presión a Siria, para que este país se inclinara más hacia Occidente, pero la crisis de Irak y el hecho de que Israel no pudo derrotar a Hezbollah en Líbano, ha provocado que la posición de Estados Unidos sea más débil.
Imágenes de la televisión en el lugar de los hechos mostraron una camioneta repleta de bombonas de gas, así como sangre en el pavimento y varios automóviles dañados, incluido uno blanco acribillado que una grúa estaba a punto de llevarse.
El ministro del Interior sirio, Bassam Abdel Majid, calificó el ataque de "operación terrorista".
La secretaria de Estado estadunidense, Condoleezza Rice, dijo que es muy pronto para saber quién está detrás del atentado. Ella también elogió las acciones sirias y expresó sus condolencias por la muerte del guardia. "Sí creo que los sirios reaccionaron a este ataque de manera tal que se ayudó a garantizar la seguridad de nuestra gente. Lo apreciamos mucho", afirmó en una conferencia de prensa en Canadá.
A finales de los años 70 el gobierno sirio fue presa de sostenidos ataques de grupos islámicos que usaban atacantes suicidas, y que fueron ferozmente reprimidos por Damasco. En meses recientes ha habido esporádicos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los grupos islamitas. Estados Unidos y algunas secciones del gobierno iraquí consideran a Siria como el país a través del cual la resistencia iraquí antiestadunidense se provee de armas y hombres.
El asalto de este martes en Damasco, si bien no tuvo efecto adverso alguno, será usado por la Casa Blanca para demostrar que Estados Unidos está bajo la amenaza del terror, de la misma manera en que interpreta en cualquier rasgo antiestadunidense la naturaleza extendida de una conspiración en su contra.
En su altamente partisano discurso para conmemorar los ataques del 11 de septiembre, el presidente Bush justificó la guerra en Irak al considerar que ésta es la parte central de la guerra contra el terror. "Si no vencemos a estos enemigos ahora, estaremos condenando a nuestros hijos a enfrentar un Medio Oriente dominado por estados terroristas y dictadores radicales con armas nucleares", dijo. "Estamos en una guerra que definirá el curso para este nuevo siglo y determinará el destino de millones en todo el mundo".
© The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca