Apuntalaría el consumo aunque podría poner en riesgo los sistemas financieros
FMI: crece con celeridad el crédito a particulares en mercados emergentes
Planea Brasil oponerse a otorgar más peso de voto a países como México
Singapur, 12 de septiembre. El crecimiento del crédito para los hogares en los mercados emergentes se mantendría alto y ayudaría a apuntalar el consumo, aunque un rápido incremento podría poner en riesgo los sistemas financieros, consideró este martes el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En el documento titulado Informe sobre la estabilidad financiera global, el FMI señala que el crédito para los particulares estaba aumentando en forma acelerada en los mercados emergentes, gracias a la liquidez global y a las condiciones económicas favorables, junto con una mayor liberalización financiera y la creciente presencia de bancos minoristas.
Ello ayudaría a reducir la volatilidad del consumo y a mejorar las oportunidades de inversión, según el informe. Al apuntalar la demanda local, también podría contribuir a aliviar los desequilibrios de la cuenta corriente, agregó.
Sin embargo, este rápido crecimiento encierra algunos riesgos. ''Si el crédito para los hogares crece demasiado rápido sin la infraestructura adecuada, la deuda de los hogares podría alcanzar niveles insostenibles y, si es demasiado grande, podría poner en peligro la estabilidad del sistema financiero y del crecimiento de la economía'', advirtió el Fondo.
Por ejemplo, un exceso de préstamos hipotecarios podría dejar vulnerables a los mercados inmobiliarios ante momentos de auge y de crisis.
''Si el crédito es mayormente financiado por flujos externos de capital, podría aumentar la vulnerabilidad a derrumbes bruscos y a crisis financieras'', indicó el informe.
Bajo condiciones más adversas, las finanzas débiles de los hogares podrían golpear al sector financiero, provocar una caída en los precios de las propiedades y repercutir sobre el consumo.
En una muestra de 23 mercados emergentes grandes, el FMI dijo que la tasa promedio de crédito de los hogares en relación con el PIB era de cerca de 18 por ciento, pero que variaba ampliamente desde un mínimo de 3 por ciento hasta un máximo de 64.
En promedio, Asia encabezó el crédito para los hogares en las economías emergentes revisadas, seguida por Europa y América Latina.
El FMI dijo que las autoridades necesitan reducir las incertidumbres vinculadas con la inflación, las tasas de interés y los tipos de cambio, factores esenciales para el desarrollo saludable de los mercados de crédito.
Además, los gobiernos deben asegurar una mejor regulación y una infraestructura legal e institucional más fuerte.
En algunos de los mercados emergentes analizados, las oficinas de crédito eran frecuentemente inadecuadas y los marcos legales para las garantías de los créditos también eran débiles, señaló el documento.
En tanto, dos influyentes banqueros centrales señalaron que el FMI debería ampliar sus funciones de supervisión para controlar el impacto de las políticas de los países en la economía global.
El FMI está tratando de redefinir su papel como supervisor de la economía mundial, en momentos en que países en desarrollo como China e India están cobrando importancia.
El encuentro que este fin de semana celebrará el FMI en Singapur es considerado clave en ese intento de reforma.
Otra de las modificaciones que se prevén para su discusión es el otorgamiento de más peso de voto a cuatro países de economía emergente, entre ellos México.
Sin embargo, la prensa brasileña señaló que el gobierno sudamericano planea formar un bloque de países para oponerse a ese proyecto de reforma del FMI
El diario O Estado de Sao Paulo, remitiéndose a fuentes gubernamentales brasileñas, aseguró que Brasil desea impedir que sea aprobado el cambio defendido por el director gerente para adaptar la estructura de la institución ''a las nuevas realidades''.
''Fuentes en Brasilia apuntan que el objetivo del gobierno brasileño... no es el de mermar a los países emergentes elegidos para tener más peso en el FMI'', sino que los posibles beneficiados conquistarán más espacio a costa del peso de otras economías emergentes, y no de los países desarrollados, y que economías europeas como Holanda, Bélgica y Suiza no perderán influencia en las decisiones del Fondo.