Usted está aquí: miércoles 13 de septiembre de 2006 Política Crece el encono entre perredistas y panistas por la validez de la elección

No aceptaremos la imposición de Felipe Calderón, advierten coaligados

Crece el encono entre perredistas y panistas por la validez de la elección

También perderán en las cortes internacionales, sostienen diputados del blanquiazul

CIRO PEREZ SILVA Y ROBERTO GARDUÑO

Ampliar la imagen Carlos Navarrete Ruiz y Santiago Creel Miranda, senadores por los partidos de la Revolución Democrática y Acción Nacional, respectivamente, durante la sesión de ayer, en la que comenzó la glosa del sexto Informe de gobierno del presidente Vicente Fox Foto: José Antonio López

Los diputados de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y del Trabajo (PT) advirtieron ayer que no aceptarán la imposición de Felipe Calderón Hinojosa como presidente de la República, y cerraron cualquier posibilidad de diálogo con éste, a pesar de que la víspera el coordinador perredista, Javier González Garza, planteó la posibilidad de un eventual encuentro con el panista una vez que éste tomara posesión.

La declaración de validez de la elección presidencial prácticamente fue tema único en la sesión ordinaria de ayer en el Palacio Legislativo de San Lázaro y mostró, nuevamente, la distancia que el proceso del 2 de julio abrió entre el Partido Acción Nacional (PAN) y el PRD, y que las declaraciones en tribuna hacen ver infranqueable.

En el primer turno de la prolongada catarsis en que se convirtió la sesión, la perredista Mónica Fernández Balboa marcó la tónica del debate en el que participaron unos 30 legisladores. "El dictamen relativo al cómputo final de la elección de Presidente de la República y la declaración de validez de la elección y de presidente electo constituyen el mayor atraco a la justicia, a la legalidad y a la legitimidad democrática del que se tenga memoria en la historia de México", lanzó a una bancada panista que parecía dispuesta a no polemizar.

Sin embargo, minutos después la aparente calma panista se tornó en duros señalamientos contra los perredistas, a quienes cuestionaron el "mandar al diablo a todas las instituciones, menos aquellas en las que cobran, como la Cámara de Diputados, el Gobierno del Distrito Federal y las delegaciones".

La ex priísta Layda Sansores, hoy en Convergencia, respondió a los panistas: "No nos vengan a confundir. Y al diablo con el dictamen del tribunal electoral por omiso, por contradictorio, por irresponsable, porque es un bodrio. Sí, al diablo con las instituciones carcomidas que nos han llevado a esta crisis. Al diablo con la institución presidencial cuando Fox, torciendo la ley, trató de eliminar a Andrés Manuel con el desafuero. ¿Qué institución presidencial cuando Fox mezcló las relaciones de alcoba con la función pública y quiso dejar a su mujer como su sucesora?", les dijo.

La mancuerna tricolor

Era apenas la tercera oradora y los ánimos en el salón de plenos ya estaban encendidos. Los priístas, en voz de César Duarte, intentaron conciliar -con una posición de centro que tanto criticaron a su ex candidato presidencial Roberto Madrazo, y a la que atribuyen su derrota-, pero su intervención quedó en manifiesto propagandístico y terminó por condenar al PRD y sumarse a la posición blanquiazul.

Criticó: "los cambios no se fuerzan con amenazas o con llamar a gobiernos alternos, ni con el abierto apoyo del Ejecutivo federal con recursos del Estado, utilizando prácticas que son inaceptables e intolerantes, hecho que perseguirá y cuestionará por siempre a la administración del presidente Fox en el frustrado gobierno del cambio". Y subrayó que el PRI fundó las instituciones y por eso las respeta, aunque fallen.

Después de ese fallido intento de mediación, panistas y perredistas, con algunas intervenciones de diputados petistas, acapararon la tribuna y retomaron el pleito que interrumpió el legislador priísta. Con marcada carga de ironía y sarcasmo, Edgar Ramírez Pech retomó la senda de las descalificaciones.

"Lo más sensato que he escuchado esta mañana, por parte de la impugnación (PRD), es que se han decidido a seguir los caminos legales, y entonces celebro que acudirán a las cortes internacionales para dirimir este proceso electoral nacional. Lo celebro, pero les advierto que también van a perder en las cortes internacionales y compadezco a las cortes internacionales porque, como les conocemos, pronto también ellas serán parte del complot contra el mesiánico líder que les manipula a todos ustedes", dijo con tono de orador de fiestas patrias.

Con esto, las descalificaciones mutuas volvieron a encenderse durante casi una hora y una docena de oradores, y panistas y perredistas dejaron ver que las diferencias trascienden lo político y se instalan claramente en el ámbito personal.

En su turno, el coordinador de los diputados perredistas, Javier González Garza, dio muestra de esto al referirse al orador que lo antecedió en tribuna -el panista Obdulio Avila- como "el señor de los tomates", giro empresarial que el diputado blanquiazul utilizó como plataforma para buscar primero una gubernatura y después una senaduría en otros partidos, hasta que consiguió una diputación bajo las siglas del PAN, expresión que levantó el grito de reclamo de su bancada.

Aún con gritos de fondo, González Garza recordó a los panistas una reunión que, aseguró, tuvo lugar un día antes de la elección presidencial. "Una reunión en la que el presidente Fox citó a los poderosos empresarios, a quienes expresó, en presencia de Calderón y Ugalde: 'la última encuesta revela que López Obrador ganará con cuatro por ciento al candidato del PAN', y les dijo -entre comillas- 'no vamos a ceder el poder. Estamos dispuestos a hacer todo lo necesario, pero no le entregaremos la Presidencia a Andrés Manuel López Obrador'.

"Eso fue el sábado primero. Entiéndannos: (la decisión del tribunal) es inatacable... sí, es inatacable, pero es inaceptable. No lo vamos a aceptar. Entiéndannos, la crisis política que vive este país por el gran traidor que tienen -o tenemos todos- como Presidente de la República, se tiene que resolver bien para beneficio de todos los habitantes del país. Ya entendimos que es inatacable. No se preocupen, todos tranquilos, pero no lo aceptaremos", y con esta frase resumió la posición de su partido, del PT y de Convergencia.

La sesión comenzó a las 11:20 horas y concluyó a las 16:13, sin que los casi 300 minutos de calificativos, denostaciones, acusaciones y señalamientos personales consiguieran amainar la furia con que panistas y perredistas expresaron sus posiciones en tribuna.

Al final, prevaleció el ánimo de revancha en ambas bancadas por los agravios recibidos, que adelanta el tono de las "negociaciones" para los próximos tres años.

 
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