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Todo lo que pudo haber sido y no fue...
Dictamen inatacable pero inacatable
Ampliar la imagen Rubén Aguilar, coordinador general de Comunicación Social y vocero de la Presidencia de la República, en conferencia de prensa en el salón Venustiano Carranza de la residencia oficial de Los Pinos Foto: Notimex
Producto de la agobiante carga de trabajo que implica desmentir un día sí y el otro también a su jefe, el vocero presidencial involuntariamente sintetizó el resultado del gobierno del "cambio" y su cabeza visible: "pudo haber sido, pero no fue...".
Lo traicionó el inconsciente, porque el enredado desenredador de los dichos y hechos presidenciales no se refería al rotundo fracaso sexenal, sino a la ilegal participación de su jefe en el más reciente proceso electoral, la cual ameritó una "llamada de atención" por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, toda vez que su larga mano (con recursos del Estado) no sólo "puso en riesgo los comicios", sino que, en este contexto, fue "la mayor irregularidad detectada" (pero "no decisiva").
En la víspera, Vicente Fox, el que pudo haber sido y no fue, se mordía la lengua al asegurar que "la Presidencia de la República ha actuado, en todo momento, con estricto apego a la ley y ha atendido puntualmente las indicaciones de las autoridades judiciales y electorales", (con Luis Carlos Ugalde como cabeza visible, otro que pudo haber sido y no fue), o lo que es lo mismo el Tribunal miente, pero como sus mentiras son definitivas e inatacables, el inquilino de Los Pinos las acata, línea que también siguió el Consejo Coordinador Empresarial, otro de los que se ganaron su "llamado de atención".
Al día siguiente, el vocero Aguilar reconocía que sí metió la manos y que sí "pudo haber sido" un riesgo para el proceso electoral, "pero no fue", porque, según él, "el Presidente acató las recomendaciones que le señalaron los órganos electorales, eso mismo dice la resolución (del Tribunal). Pero, en todo caso, la posición oficial del gobierno de la República fue señalada ya ayer, por el señor Presidente de la República; no habría nada que añadir, y sólo subrayaría que la resolución que ha dictado el Tribunal y ha hecho pública tiene el carácter de obligatorio, es definitiva e inatacable y debe ser acatada por todos", o lo que es lo mismo Vicente Fox acata que sí metió las manos hasta el fondo (con recursos del Estado), pero "no fue decisivo".
También pudo haber sido un presidente democrático, pero no fue, y su tercia de intentonas (Marta Sahagún, Santiago Creel y Felipe Calderón) lo demuestran. Pudo haber sido un estadista, pero no fue, porque siempre le ganó el priísta neolítico que lleva dentro. Pudo haber cumplido sus promesas de campaña, pero no las cumplió. Pudo haber sido un verdadero cambio, pero sólo fue una tomadura de pelo y la será con ellos sentados en Los Pinos. El propio Rubén Aguilar pudo haber sido vocero, pero no lo fue. Y ya encarrilados, pudo haberse aplicado la ley, y tampoco se aplicó.
Si del Tribunal se trata, Francisco A. Servín de Alba ([email protected]) aporta el siguiente texto: "los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación implantaron en el argot policiaco un nuevo delito: lavado de personas. Así, como en el recuento de las casi 12 mil casillas, minimizaron cosas tan graves como los videos en donde se esculcaban los paquetes electorales por parte del personal del IFE, los votos envueltos como tacos en papel de estraza y las boletas que se encontraron sin dobleces, sólo para citar lo mínimo. La víspera, este grupo de abogados tampoco encontró delitos suficientemente grandes como para proceder a castigarlos. A pesar de su razonamiento de que violaron la ley, tanto el presidente Vicente Fox, como el Consejo Coordinador Empresarial. Nostalgia de por medio, regresaron a su origen, pues, más que magistrados, parecían defensores de oficio.
"En esa vacilada que se llama dictamen de la elección presidencial (inatacable, pero inacatable), el término 'y sin embargo' se repite cerca de 30 veces. Por lo que se desprende, que el señor Calderón 'ganó' con trampas, pero chiquitas, según la óptica de los siete licenciados. Con esa discutible actitud, los señores del Tribunal recordaron a los delincuentes que se encargan de hacer inversiones con dinero mal habido, para después presentarlo a la sociedad limpiamente. Otro ramo comparable es la piratería, pues la lección de ayer nos dice claramente que no importa lo ilegal del proceder; simplemente vendiendo a través de un establecimiento que cumpla con los reglamentos se hace legal. Cuantas veces no se sabe de corruptelas de jueces y magistrados. Es más, ayer mismo, en un programa radial se dijo al aire que se conocía de un intento de extorsión por parte de uno de los que ayer legalizaron lo ilegal. No por el hecho de que venga de una autoridad, tiene forzosamente certificado de legal".
Las rebanadas del pastel:
Algunos lectores reprochan el uso del término mini (o micro) Felipillo, porque suponen que tal referencia es a la estatura física del michoacano. En respuesta puntual a cada uno de los correos electrónicos recibidos, queda claro que ese no es -nunca será- el punto cuestionado, sino su tamaño moral, político e intelectual, de tal suerte que en ocasiones la expresión mini (o micro) se queda corta, como Fox comprenderá.