El conflicto de Irán, productor de energía nuclear
Hay 30 países en el mundo operando plantas nucleares de energía, cuya capacidad era de 359 gigabatios (GW), cuado producían 2 mil 654 terabatios/ hora de electricidad. Más de 85 por ciento de la energía nuclear se produce en los 17 países que son los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y en el escenario de la capacidad mundial de generación se proyecta aumentar ligeramente alcanzando 376 GW en el año 2030.
De cualquier manera, la mayor parte de esta capacidad nueva de generación de la energía nuclear servirá para sustituir los más viejos reactores en Francia, único país de la OCDE que hasta ahora está anticipándose a plantear un remplazo en gran escala de su base nuclear antes de 2030. Existen expectativas de que tres cuartos de la capacidad nuclear existente en la OCDE sean retirados por obsolescencia, precisamente en el mismo año de 2030, debido a que los reactores habrán alcanzado el final de su vida, o bien porque los gobiernos han adoptado políticas que comprenden el desescalamiento de la energía nuclear.
La capacidad nuclear aumentará en numerosos países de Asia, muy especialmente en China, Corea del Sur, Japón e India. En Estados Unidos, según esperan especialistas a partir de los últimos estudios que se han hecho al respecto, la capacidad nuclear se incrementará a corto plazo, y después tendería a disminuir también para el año de 2030, fecha para la cual la mayor parte de las plantas de energía todavía estarían en operación. Más de 100 unidades de generación de energía nuclear en Estados Unidos han realizado aumentos en su nivel de capacidad de generación o están en proceso de hacerlo.
En los países de la OCDE, la energía nuclear contribuye al abastecimiento de por lo menos 17 de los 30 países de ese organismo, e indirectamente a algunos países que, si bien no tienen plantas, sí importan energía de los que sí las tienen.
Estas plantas nucleares, según un estudio reciente de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés), tienen una capacidad de generación de 302 GW y produjeron 2 mil 276 terabatios/hora de electricidad en 2002.
La participación de la energía nuclear en la generación total de electricidad varía muy ampliamente de un país a otro: desde 79 por ciento en Francia, a 4 por ciento del total en Holanda.
Hay tres naciones que tienen en marcha un plan para desmantelar las plantas de generación de energía nuclear. El gobierno alemán y la industria del país de generación eléctrica convinieron en junio de 2000 echar a andar un programa para desmantelar las plantas con más de 32 años de operación.
Por su parte, el parlamento sueco ha votado también por eliminar algunas plantas nucleares, pero no está claro todavía para cuándo se iniciará. Se espera que la República Eslovaca desmantele dos reactores considerados inseguros, como consecuencia de un convenio con la Unión Europea.
El nuevo gobierno de España ha anunciado su propósito de desmantelar la energía eléctrica nuclear, pero todavía no se ha anunciado con detalle el plan para llevarlo a cabo, ya que encierra complejidades muy especiales.
Francia, Finlandia, Japón y Corea tienen planes para aumentar el uso de energía nuclear. Por su parte, la Asamblea Nacional Francesa ha considerado la energía nuclear como una prioridad, por lo que ese país planea dar inicio a la experimentación demostrando la utilidad y la seguridad de lo que llama el Reactor Presurizado Europeo (EPR), el cual se ha estado experimentando hace más de una década y remplazaría los reactores existentes que están planeados para ser puestos fuera de operación después de 40 años. También está diseñando y construyendo para Finlandia lo que sería su quinto reactor nuclear que estaría en operación para el año 2010.
Japón y Corea continúan la construcción de plantas nucleares, pero Japón recientemente desescaló su programa nuclear de manera muy significativa.
En este marco que se ha tratado de describir en la esfera internacional en la mayor parte del mundo industrializado, Irán, como se sabe, ha anunciado sin dejar lugar a dudas, por boca de su presidente Mahmoud Ahmadinejad que ignoró por completo el ultimátum que hace un mes lanzó el Consejo de Seguridad de la ONU, conminándolo a suspender sus actividades de enriquecimiento de uranio, lo cual se considera un paso necesario, aunque no suficiente agregaríamos nosotros, para el desarrollo de un arma atómica y salirse de la esfera de la explotación pacifica de la energía nuclear.
El Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) se queja de que Irán no ofrece ni la transparencia ni la cooperación requeridas para la investigación de su programa nuclear, mientras Estados Unidos considera que "la actividad desafiante" de Irán obliga a la ONU a abrir el recurso de las sanciones.
El OIEA indica que Irán "no ha suspendido sus actividades relacionadas con el enriquecimiento de uranio ni tampoco ha actuado de acuerdo con el Protocolo Adicional del Tratado de No Proliferación", que permite inspeccionar sin aviso previo en cualquier instalación del país, por lo menos teóricamente, porque en la práctica el organismo se queja de que el gobierno iraní no le permite dichas inspecciones.
En estos días, Ahmadinejad recibió la visita de Felipe González, el ex presidente español, quien aparentemente mediará en el conflicto suscitado con Irán a petición del propio presidente iraní (El País, 1º de septiembre de 2006).
De cualquier manera, también en los escenarios mundiales se agregan todos los días nuevas causas de peligrosos conflictos que pueden desembocar en situaciones que no son convenientes para nadie con el alcance imprevisible que pueden tener, y éste es el caso de la posición que está asumiendo Irán defendiendo su derecho a explotar la energía nuclear con proyectos pacíficos, no obstante que es uno de los tres países que con Rusia y Qatar tienen mayores reservas de gas natural, así como una de las más importantes reservas probadas de petróleo en los países de la OPEP, por lo que habrá que desearle al presidente González que tenga éxito en sus gestiones de mediación.
El mundo no necesita otro conflicto más cuando todavía no se ha despejado el humo de los cohetes y el polvo de los edificios destruidos en Beirut, en una guerra que se ha distinguido por la brutalidad que se ha empleado en contra de la población civil de los viejos, las mujeres y de los niños.