La Presidencia, núcleo de la crisis actual, sostiene
Llama Cordera a analizar validez del sistema político
Díaz-Polanco insta a intelectuales a no repartir bendiciones
El catedrático de la Facultad de Economía de la UNAM Rolando Cordera indicó que, más allá de la validación o no de la elección del 2 de julio, es necesario revisar si lo que ya no funciona es el régimen político y plantear la necesidad de un cambio.
Destacó que la Presidencia de la República se encuentra acotada y despojada de sus capacidades; sin embargo, es el motivo fundamental de la crisis actual.
En un comunicado, Cordera expuso la conveniencia de reconocer que se está dirimiendo por algo que no tiene grandes posibilidades de influir en el destino del Estado y de la sociedad, además de plantear el cambio de régimen hacia uno de tipo parlamentario.
Sin menoscabo de los éxitos que tuvieron los programas de combate a la pobreza, afirmó, en México hay un problema social de fondo de desigualdad y miseria, impresentables para un sistema democrático, liberal y abierto.
Cordera participó en la mesa de análisis Las elecciones del 2 de julio de 2006, que organizó el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades.
Héctor Díaz-Polanco, miembro del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social de la UNAM, coincidió en que la crisis que vive el país no sólo es del régimen político, sino también socieconómico.
"Lo que se ve es una fuerza que busca expandirse y manifestarse, y que encuentra la grieta del proceso electoral para salir", acotó.
Sostuvo que el papel de los intelectuales en las sociedades democráticas "no consiste en extender bendiciones a los ocupantes temporales de las instituciones del país y del Estado y, menos aún, generaciones de responsabilidades antes de que se conozca la verdad de los hechos".
John Ackerman, del Instituto de Investigaciones Jurídicas, subrayó que si en el recuento de las casillas ordenado por el TEPJF se encuentran irregularidades, procedería la no validación de la elección, "lo cual sería preocupante para todos los actores políticos".
Refirió que en este proceso hay tres pruebas: una para el Instituto Federal Electoral, otra para el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y una más para la transparencia.