Se manipularon datos sobre la deforestación, señala
El foxismo desmanteló la política ambiental, asegura Greenpeace
La víspera de que el presidente Vicente Fox rinda su último Informe de gobierno, Greenpeace México consideró que esta administración llega al final de su gestión "sin nada bueno que reportar en materia de protección al medio ambiente, puesto que el saldo es completamente negativo", aseguró Patricia Arendar, directora de la organización.
La activista sostuvo que el foxismo "desmanteló la política ambiental, puso a remate ecosistemas como los manglares y los bosques, las pesquerías comerciales están al máximo de aprovechamiento, mantenemos la quinta tasa de deforestación a escala mundial, se promueve la energía nuclear, se aprueban proyectos industriales pisoteando la legislación, y como la cereza del pastel, se busca dejar legalizada la siembra de maíz transgénico antes del 30 de noviembre".
Para Greenpeace, el sexenio que termina podría calificarse como de "retroceso en términos ambientales", y alude que en lo que concierne a bosques y selvas, aunque este rubro fue considerado de "seguridad nacional", en el sexenio se perdieron "3 millones 600 mil hectáreas de bosques". Agrega que pese a que la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) asegura que la deforestación "pasó de 630 mil hectáreas por año en 2000, a menos de 234 mil en 2005, estas cifras sólo concuerdan en los escritorios de los funcionarios".
Según Greenpeace, dicha dependencia ha "manipulado la información para reportar una disminución artificial: retiró de la definición de bosques a los matorrales, con lo que saca de sus cuentas a ese ecosistema, a grandes superficies de manglar y de selva baja caducifolia. Así la Semarnat cambió los parámetros para definir la deforestación, pero eso no cambia la realidad".
En cuanto a los recursos canalizados al sector forestal la organización indica que éste fue de "apenas 0.11 por ciento del presupuesto federal, es decir, mil 975 millones de pesos para 56 millones de hectáreas de bosques y selvas del país" y acota que la tala ilegal continúa dándose "impunemente, incluso en áreas protegidas, pues cada año se producen 7 millones de metros cúbicos de madera ilegal, casi lo mismo que se produce legalmente: 8 millones de metros cúbicos".
Sobre productos tóxicos, Greenpeace asegura que "no hay una política de gestión de sustancias químicas y no se aplica el principio precautorio y de sustitución, lo que permite el uso en las industrias de sustancias que dañan la salud y el ambiente", además de que las cifras sobre el volumen de residuos peligrosos están sin actualizarse desde 2000 y se estima que 70 por ciento de la generación de residuos peligrosos sigue sin reportarse".
Respecto a bioseguridad y transgénicos indicó que en septiembre de 2001 se hizo pública la contaminación de variedades criollas de maíz en Oaxaca y Puebla, pero "hasta la fecha el gobierno no ha hecho nada para detener esta contaminación ni para saber qué tan extendida está" e incluso promovió la aprobación de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, la que "en los hechos legaliza la contaminación transgénica del país y antes de terminar el sexenio promueve la siembra de maíz transgénico, disfrazada de investigación científica".