Evo Morales intenta detener ola de huelgas en Bolivia
La Paz, 30 de agosto. El presidente Evo Morales negociaba hoy reclamos de dos regiones de Bolivia en paro por atención oficial, mientras buscaba acercarse a un sindicato de maestros que amenaza con paralizar las clases en el país, apenas después de alcanzar un acuerdo con el gremio transportista.
Morales, que el martes frenó un paro del transporte que paralizó tres de las nueves ciudades principales bolivianas, intentaba desbaratar un ayuno de líderes civiles de Chuquisaca, por mayor atención oficial.
El gobernante perfiló un decreto para la construcción de un aeropuerto en Sucre, capital de Chuquisaca, y para dotar de agua potable a zonas campesinas de esa región.
El gobierno, que acaba de sofocar una honda crisis política tras destituir al titular de la compañía estatal de petróleos, Jorge Alvarado, conjuró una huelga en Tarija, convocada por un grupo cívico en solidaridad con pobladores de la frontera con Argentina, afectados por medidas restrictivas al comercio adoptadas por Buenos Aires.
"Prácticamente hemos llegado a un acuerdo" con los manifestantes, conocidos como bagalleros (trasiegos de mercancías de una frontera a la otra), reseñó el cónsul boliviano en la población argentina de Salvador Mazza, Rubén Espinoza.
"Lo de San José de Pocitos y Yacuiba ya está resuelto desde el punto de vista del gobierno en base a un acto de entendimiento suscrito con los pobladores", corroboró el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Alfredo Rada.
El "paro de emergencia" fue convocado porque "no podemos permitir que por actitudes torpes y abusivas vayan a dejar en estado de inanición a esos pueblos y desaparezcan", explicó el presidente del comité cívico de Tarija, Francisco Navajas.
La escaramuza más dura del gobernante izquierdista era librada con el combativo sindicato de maestros, que en demanda de un nuevo congreso para la educación y la renuncia o destitución del ministro del área, Félix Patzi, mantenía paralizadas las clases por segundo día consecutivo.
La medida de fuerza que comenzó el martes en las ciudades de La Paz y El Alto se extendió este miércoles a la oriental Santa Cruz, la más poblada del país.