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Cuentos y fantasías para fin de sexenio
Creación histórica de plazas, pregonan sonrientes funcionarios
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El presidente Vicente Fox se reunió en Los Pinos con miembros de su gabinete legal y ampliado a los que pidió redoblar esfuerzos en sus dependencias para cumplir con las metas del Plan Nacional de Desarrollo FOTONotimex
De tanto repetir la mentira parece que ellos mismos ya se la creyeron. Cuando menos esa es la imagen que proyectan cuando, micrófono en mano y con una enorme sonrisa de satisfacción, aseguran que las fuentes de ocupación crecen a pasos agigantados, que la creación de plazas es "histórica" y que, en resumidas cuentas, 2006 "es el mejor año del sexenio y de la historia de México en cuanto a generación de empleos".
Hasta el cansancio han repetido a lo largo de este malogrado sexenio, en estos seis años social y económicamente perdidos para el grueso de los mexicanos, pero ahora le ponen mayor énfasis, le echan más ganas porque ya se van.
Tema central en la retórica del "cambio", la gerencia foxista concluye con un sonado fracaso -entre muchos otros- en el renglón de la generación de empleo formal, del que no puede deslindarse la iniciativa privada, "aliada natural" del jinete sin cabeza.
Ello no ha sido impedimento para que del Presidente para abajo -si es que hay algo más bajo que el Presidente- los funcionarios gubernamentales presuman los "enormes logros" que en materia laboral reporta el sexenio.
Dada la cercanía del último Informe de gobierno, en Los Pinos apuran la presentación de los balances sectoriales, y en conferencia de prensa presentan a los secretarios de Estado para que difundan lo bien que va el país y lo mejor que han hecho su trabajo.
Ayer tocó turno al secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, para quien el sexenio foxista tan sólo fue de tres años, periodo en el que la economía mexicana "creció" espectacularmente, sobre todo en este 2006 de despedida, año que "se ha caracterizado por la creación de más empleos..."
Un día antes, el que se supone secretario del Trabajo, Francisco Javier Salazar Sáenz, sin ruborizarse aseguró que 2006 "es el mejor año del presente sexenio y de la historia de México en cuanto a generación de empleos; los 670 mil empleos en el Instituto Mexicano del Seguro Social son cifras reales, no estimaciones ni metas a cumplir. Además, esas cifras no incluyen empleos por honorarios y otras formas de trabajo, eso es un logro que se ha obtenido por la propia estabilidad económica del país la cual permite el crecimiento de las inversiones".
Se necesita una cara muy dura para enseñarla en público adornada con ese discurso, porque en este 2006, "el mejor año del presente sexenio y de la historia de México en cuanto a generación de empleos" (Salazar Sáenz dixit) y el que "se ha caracterizado por la creación" de "más" plazas laborales (Gil Díaz), la tasa oficial de desempleo abierto en el país se ha incrementado un punto porcentual, con lo que alrededor de 430 mil desempleados se sumaron al de por sí nutrido ejército de reserva tan sólo entre enero y agosto.
Las cifras gubernamentales, las del INEGI, que depende de la Secretaría de Hacienda, de la que es titular Gil Díaz, y a las que fácilmente tiene acceso el autodenominado secretario del Trabajo, revelan exactamente lo contrario a lo dicho por los sonrientes funcionarios del gabinetazo.
Entonces, las cifras del INEGI señalan que en diciembre de 2005 la tasa oficial de desocupación abierta a nivel nacional fue de 2.84 por ciento de la población económicamente activa. Si sólo se consideran las 32 principales áreas urbanas del país, y de acuerdo con los criterios de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE, levantada por el mismo Instituto) la desocupación en este ámbito involucró a 3.75 por ciento de la PEA durante el mes considerado.
La misma fuente precisa que en julio de 2006 la tasa de desocupación abierta a nivel nacional fue de 3.95 por ciento de la población económicamente activa. Si sólo se consideran las 32 principales áreas urbanas del país, y de acuerdo con los criterios de la ENOE, la desocupación en este ámbito involucró a 5.2 por ciento de la PEA durante el mes considerado.
Es el balance del "mejor año del presente sexenio y de la historia de México en cuanto a generación de empleos" (Salazar Sáenz dixit), que "se ha caracterizado por la creación" de "más" plazas laborales (Gil Díaz). Y ya que ambos funcionarios creen que el sexenio foxista ha sido de tres años (aunque la mayoría considera que, en los hechos, sumarán 12 los años perdidos, por eso del "cambio" y la "continuidad"), van las cifras de empleo del último trienio del "bienestar para la familia" y las correspondientes a igual periodo, pero de foxilandia:
De 1998 a 2000 (noviembre 30), el registro del IMSS agregó 2 millones 360 mil plazas laborales, 65 por ciento de la demanda. En 1998 añadió 900 mil empleos formales; en 1999 700 mil y en 2000 (hasta la fecha indicada) 760 mil.
De 2004 a 2006 (hasta la primera quincena de agosto), el IMSS agregó un millón 575 mil plazas laborales, 43 por ciento de la demanda. En 2004 añadió 320 mil empleos formales; en 2005 575 mil, y en 2006 (hasta la fecha referida) 670 mil.
Las rebanadas del pastel:
Habrá que conocer las mágicas cifras del sexto "informe", pero en vía de mientras por sexenio completo, en tiempos de Zedillo el IMSS sumó a su registro 2 millones 700 mil puestos de trabajo (78 por ciento plazas permanentes); en los de Fox sólo 980 mil plazas (83 por ciento eventuales)