Los entrenadores, empeñados en quemar a jóvenes promesas, señaló el especialista
El atletismo de fondo no está muerto, falta planeación en México, estima Luis Pineda
El dominio deportivo que desde 1998 han impuesto los corredores keniatas en México no significa que el atletismo de fondo del país esté muerto, sino que no hay planeación y capacitación de entrenadores en esta área, quienes están empecinados en "quemar'' a sus jóvenes promesas cada semana en busca de los premios económicos que se reparten en las competencias de ruta.
Es la opinión de Luis Pineda Rodríguez, estadista del atletismo nacional, a quien no le sorprende el imperio de los africanos, extendido en todo el mundo para arrasar en las competencias de fondo, sin que México sea la excepción, aunque los que vienen y viven aquí "son de segunda división y aún así nos ganan''.
Representados por promotores mexicanos (Germán Silva, Ramón Díaz, Enrique Castañeda y Francisco Ibarra), aproximadamente 30 keniatas, hombres y mujeres, radican y entrenan en el estado de México, Michoacán, Zacatecas, Tabasco, Oaxaca y Distrito Federal. Algunos hablan poco español, otros se casaron con mexicanas y ya tienen hijos.
Pineda Rodríguez apuntó que la comunidad atlética keniata ha aprovechado los beneficios que ofrece el país, por su altitud y clima, pero sobre todo por la atracción del dinero con las grandes bolsas que los organizadores ofrecen en las carreras, y como ellos sí saben trabajar en equipo, todo lo contrario de lo que sucede con los mexicanos, ya que aquéllos cada ocho, 15 o 30 días comparten las ganancias que han obtenido.
El problema no son los keniatas, continuó el experto en atletismo, sino buscar una solución de cómo formar a las nuevas generaciones de corredores mexicanos, porque tenemos atletas -dijo-, pero les hace falta dar el siguiente paso para trascender en el plano mundial.
La época dorada
Refirió que en los 90 terminó la época dorada del fondo nacional con Dionicio Cerón, Germán Silva, Benjamín Paredes, Isaac García y Andrés Espinosa, este último se retiró a la edad de 43 años y posee aún la mejor marca mexicana de maratón con 2:07.19, impuesto en Boston 93, además del récord mundial master en esa distancia (2:08.46).
"El atletismo mexicano no está muerto, sino estancado. Se perdió ese proceso, a pesar de que en las Olimpiadas Nacionales surgieron jóvenes talentos, pero no tuvieron el seguimiento ni el apoyo adecuado, y se deslumbraron con las bolsas de dinero en ruta'', puntualizó.
Agregó que en la actualidad hay "dos o tres garbanzos de a libra'', quienes lo único que pueden hacer es representar dignamente al país en los próximos Juegos Olímpicos de Pekín 2008, sin aspirar a medallas.
"Para ganar un maratón de primer nivel (Nueva York, Rotterdam, Londres, Chicago) se debe correr en 2:06, y ningún mexicano se acerca a esa marca. Pablo Olmedo, David Galván, Teodoro Vega, Alejandro Suárez y Juan Luis Barrios, los mejores fondistas, todavía no han llegado a esos niveles'', asentó.
En la rama femenil indicó que el panorama es diferente. La única con proyección es Madaí Pérez (2:26.50), porque Adriana Fernández, Dulce Rodríguez y Elena Valencia "ya vivieron su ciclo''.