El procedimiento legal no ha sido completado, alerta la especialista Silvia Ribeiro
Sagarpa violará la Ley de Bioseguridad si autoriza el cultivo de maíz transgénico
"Quieren aprovechar la situación política para conceder los permisos experimentales"
México, paradigma para la siembra por ser "centro de origen" de ese grano, advierte
La experimentación con maíz transgénico programada para octubre próximo -en el comienzo del ciclo otoño-invierno- por instituciones públicas es un mero trámite para "cumplir la ley" y luego dar paso al cultivo comercial de estas semillas, cuyo mercado mundial es controlado por la trasnacional Monsanto, señaló Silvia Ribeiro del Grupo ETC.
La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) sometió a consulta pública el Proyecto Maestro de Maíz, pero fue cancelado a principios del año porque no cumplía con todos los requisitos para su realización, pues no existían todavía el régimen especial para ese grano y el consejo consultivo de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), como lo ordena la Ley de Bioseguridad.
Aunque ninguno de esos requisitos ha sido cumplido hasta ahora, la dependencia puso en marcha la consulta pública y sólo espera concluir ese trámite para autorizar los permisos experimentales de maíz transgénico, que se realizarán con semillas propiedad de Monsanto, Dow Agrosciences y Pioner.
Tanto la Sagarpa como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) "decidieron" que no es necesario elaborar el régimen especial de maíz, lo cual contraviene la Ley de Bioseguridad. Es decir, aseguró Ribeiro, están haciendo una interpretación discrecional de esa norma.
La especialista indicó que es "incomprensible" que se insista en cultivar maíz transgénico en México -centro de origen y diversidad genética del grano-, ya que sólo habrá perjuicios y ningún beneficio para los productores. Además, alertó, se han vuelto a someter a consulta pública las solicitudes que ya fueron rechazadas.
"No hay razón para esto, porque aún no está listo el régimen especial de maíz y tampoco el Reglamento de la Ley de Bioseguridad", indicó.
Ribeiro insistió que no hay sustento legal para otorgar las autorizaciones a la trasnacional. "Parece que quieren aprovechar la situación política del país para que este hecho pase desapercibido."
Además, aseguró, "lo más terrible es que estos planes de cultivo de maíz genéticamente modificado los quieran hacer pasar como un proyecto de investigación, cuando en realidad se utilizarán semillas de estas empresas".
"Amenaza" de Monsanto
Monsanto declaró a principios de año que se iría del país si sus planes de cultivo no son autorizados. Ribeiro recordó que esta empresa controla 90 por ciento del maíz transgénico sembrado en el mundo. "Hay una presión enorme para asentarse en México, porque es el lugar paradigmático", al ser centro de origen del maíz.
Mencionó que luego de la compra de firmas como Seminis y Delta Pine Land (la empresa de semillas de algodón más grande del mundo), Monsanto ha se convertido en la industria dominante en semillas de todo tipo.
Frente a este panorama, "pensar que México podrá desarrollar sus propias semillas es ingenuo, porque abrir paso a los transgénicos significa abrir la puerta a las trasnacionales", señaló Ribeiro. Además, dijo, "se ha probado que los rendimientos son pobres; si acaso serán iguales al cultivo tradicional, pero la semilla será más cara y las ganancias, menores".