La obra describe la adicción al poder de los políticos
Dramatizan Entre dos fuegos, primera novela de Ana Colchero
Los personajes del presidente Demetrio Orihuela; Mariana, su esposa; el consejero Octavio Rangel, y la pareja de Jan y Soledad, de la novela Entre dos fuegos, de Ana Colchero, tuvieron rostro y voz en la lectura dramatizada que se realizó la noche del jueves en la capilla del Centro Cultural Helénico.
La historia de un presidente aterrorizado, que tiene sólo 11 meses de gobierno en un país ficticio latinoamericano, que busca perpetuarse en el poder, se entrelaza con el encuentro amoroso de Jan Oleski y la joven de ojos tristes y manos suaves que es Soledad, en la primera novela de la actriz y activista social.
La obra plasma las prácticas gangsteriles de los políticos en su adicción al poder, aunque se trata de una novela de ficción, tiene un sustento en la realidad, ya que el país ficticio tiene referencias con México y la desmedida obsesión que provoca el poder.
En la historia, Colchero presenta a Mariana como una mujer fuerte, dura, con una enorme capacidad de mando, que incluye el control de su propio marido. Retrata el poder que existe detrás del trono, cualquier semejanza con la realidad es sólo coincidencia.
El consejero del presidente, Octavio Rangel, está delineado por la autora como un hombre que su gusto por las mujeres contrasta con la homosexualidad de Demetrio Orihuela, que es un aspecto peculiar y quizá no muy común en el mundo de la política.
Entre tanto, la pareja de Jan y Soledad son personajes introvertidos que tienden a lo sombrío. Ella es cocinera gracias a la ayuda de una sirvienta y él se dedica a elaborar juguetes en madera.
La lectura dramatizada de algunos fragmentos del libro fue realizada por los actores Alberto Estrella, Gonzalo Vega, Ausencio Cruz, Edith González y la autora.
Líneas paralelas con argumento político
En su intervención, el escritor José Agustín señaló que, en esencia, Entre dos fuegos (Planeta), "son líneas paralelas que van transcurriendo casi con exactitud hasta el final; en la línea argumental política, un presidente de un país imaginario decide continuar en el poder y de esa manera se ve en la necesidad de armar un complot para asesinar al mandatario de un país vecino".
Abundó: "Se trata de una obra honesta que tiene una intención literaria, que está escrita con una profunda seriedad y que trata de resolver los problemas que tiene la obra creativa con mucha inteligencia. Es indudable que Ana tiene un gran instinto creativo, maneja bien los elementos de la novela".
José Agustín explicó que la línea política de la novela es arriesgada, sin embargo, Ana Colchero resolvió bien esa cuestión al presentar elementos esenciales del mundo político.
"La novela política es sumamente difícil, son muy pocas las grandes obras que tratan sobre este tema. Ana es valiente al presentarnos un mundo que sabemos que es sumamente discutible, donde la moral es un árbol de moras y la ética no existe; hay gangsterismo político y lo peor es que nos hemos acostumbrado a eso."
La obra de Colchero -agregó José Agustín- presenta la adicción al poder que tiene el hombre político en todo el mundo, tenemos el caso de los dictadores que se vuelven eternos en el poder. Los personajes son creíbles y a mí me convencen, concluyó.