Durante el gobierno de Fox, 7 de las 9 divisiones perdieron dinamismo, indica
Se desploma la tasa de crecimiento de la industria manufacturera: INEGI
Un millón de empleos, cancelados en el sector, que redujo su participación en el PIB
La tasa trimestral de crecimiento de la industria manufacturera que opera en el país resiente una caída de 53 por ciento durante el gobierno del presidente Vicente Fox Quesada, respecto al ritmo de expansión promedio con el que se desenvolvió en el mismo periodo del sexenio anterior, indican informes del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
La pérdida de dinamismo en la producción manufacturera ocasionó que este sector, que al término del gobierno anterior contribuyera con 19.77 por ciento al producto interno bruto (PIB), redujera a 18.1 por ciento su participación durante el primer semestre de 2006, lo que implicó la pérdida de 8.4 por ciento en su importancia económica.
Respecto del sexenio anterior, la industria manufacturera redujo su tasa de crecimiento en siete de sus nueve divisiones durante el gobierno del presidente Fox Quesada, y casi a la deriva por la ausencia de políticas efectivas de impulso, su impacto sobre el empleo fue prácticamente demoledor.
De acuerdo con las cifras del INEGI, la planta laboral de las empresas dedicadas a la maquila de exportación prescindía de más de 116 mil trabajadores en mayo de este año, 8.7 por ciento de los obreros y empleados ocupados en esta actividad al comienzo de este gobierno.
En tanto, alrededor de un millón de trabajadores que laboraban en las empresas manufactureras no maquiladoras habían perdido su empleo en el mismo periodo; es decir, 14.7 por ciento del universo laboral registrado en diciembre de 2000.
Mejoras sólo en elaboración de alimentos y productos de minerales no metálicos
De acuerdo con las cifras dadas a conocer por este organismo, sólo dos de las nueve divisiones del sector manufacturero mejoraron su tasa de crecimiento trimestral en los últimos cinco años y medio.
La primera es la elaboración de productos alimenticios, bebidas y tabaco, la cual elevó su producción 3.39 por ciento cada tres meses en promedio, cuando en el mismo lapso del anterior gobierno su tasa de expansión fue de 2.73 por ciento. Esto representó un aumento de 24.2 por ciento en el dinamismo de esta división.
La segunda ha sido la de ''productos de minerales no metálicos, excepto derivados del petróleo y carbón'', la cual subió su producción a una tasa trimestral de 3.09 por ciento, que resultó 47.6 por ciento superior a la de 1.62 por ciento registrada en el mismo lapso del gobierno anterior.
Pero a excepción de éstas, dos se contrajeron y las cinco restantes decayeron en sus tasas de crecimiento; es decir, se han hecho cada vez más pequeñas.
El caso de mayor retroceso corresponde a la división de ''textiles, prendas de vestir e industria del cuero'', la cual experimentó una contracción de 2.6 por ciento en promedio trimestral durante este gobierno.
El otro es el de la ''industria de la madera y sus productos'', que cada tres meses resintió una reducción de 1.1 por ciento en promedio.
Por lo que se refiere a las otras cinco divisiones manufactureras, la de ''papel, sus productos, imprenta y editoriales'' perdió 72.3 por ciento de su dinamismo durante este gobierno respecto al anterior; la de ''sustancias químicas, derivados del petróleo, productos de caucho y plástico'' vio desplomarse 90.5 por ciento su tasa de crecimiento trimestral.
La tasa de crecimiento correspondiente a las ''industrias metálicas básicas'' decayó 67.8 por ciento; la división de ''productos metálicos, maquinaria y equipo'' redujo 61.3 por ciento su dinamismo, y la de ''otras industrias manufactureras'' redujo su ritmo expansión a la mitad.
En conjunto, la industria manufacturera que opera en México registró una tasa de crecimiento trimestral de 4.56 por ciento entre 1995 y el primer semestre de 2000.
Durante el gobierno del presidente Vicente Fox Quesada, esa misma industria reportó una tasa de expansión conjunta de 2.14 por ciento en promedio trimestral, perdió 53 por ciento de su dinamismo y mandó al desempleo a casi 15 por ciento de sus trabajadores, según las cuentas del INEGI.