Se necesita limpiar los comicios, señalan académicos, trabajadores y estudiantes

Reforzarán universitarios la resistencia civil "contra la imposición electoral"

Propone Luis Villoro octálogo de principios, independientemente del candidato que gane

JOSE GALAN

Investigadores, estudiantes y trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fortalecerán las acciones de resistencia civil "contra la imposición electoral"; establecerán una asamblea universitaria permanente en defensa de la universidad y en favor de la democracia, y llamaron a todos sus similares del país a luchar pacíficamente y sin violencia, mediante acciones de resistencia civil, "contra del fraude electoral".

En un encuentro celebrado ayer en el auditorio del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), ubicado en la Torre II de Humanidades, en el campus universitario, y a la que asistieron investigadores de la talla de Luis Villoro, Helena Beristáin y Alfredo López Austin, estudiantes de diversas facultades, escuelas e institutos, y miembros del Sindicato de Trabajadores de la UNAM, este grupo de universitarios expresó la necesidad de plantear una posición frente a la coyuntura política por la que atraviesa el país, la cual, afirmó Alejandro Reyes Esqueda, miembro del Instituto de Física, "amenaza con volverse más crítica día con día".

Añadió que, por ello, el planteamiento general de la reunión giró en torno a tres puntos principales: la necesidad de transparentar la elección; concretar un esfuerzo universitario para proponer y construir un proyecto alternativo de nación, democrático, con bases ideológicas sólidas y propuestas claras y concisas. En tercer lugar, la urgencia de fijar el papel de la UNAM ante la crisis política.

70 mil casillas muestran discrepancias

El físico Víctor Romero, del equipo de científicos universitarios que cuestionó con instrumentos matemáticos el conteo de votos por parte del Instituto Federal Electoral (IFE), se pronunció en favor del recuento de todos los votos y con diferentes instrumentos, no sólo el sistema informático del IFE. Doctorado por el prestigiado Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), de Estados Unidos, insistió en la necesidad de ir al reconteo total de los votos para "transparentar la elección".

Recordó a los presentes que, desde la misma noche del pasado 2 de julio, "encontramos cosas extrañas en el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP)", que se repitieron una semana después, y que junto con las irregularidades encontradas, "me tienen francamente alarmado" por las profundas discrepancias, como los cientos de miles de votos que andan volando, discrepancias aritméticas que no se pueden ajustar, además de 70 mil casillas que presentan discrepancias.

El filósofo e investigador emérito Luis Villoro, a su vez, sostuvo que, si bien no se sabe cuál será la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), sólo habrá una alternativa: "o la aceptamos o la rechazamos. En el segundo caso, se nos abre otra alternativa: ¿qué nos queda? Emplear una resistencia violenta o una resistencia callada. Pero la no violenta es la que ha tenido mayor éxito en muchos países". Añadió que, en este contexto, es necesario recordar las luchas de Nelson Mandela, Mahatma Gandhi y Martin Luther King.

"En todos estos movimientos, el éxito se ha alcanzado a largo plazo, no en corto tiempo", y agregó que, cualquiera que sea la decisión del TEPJF, se abre la posibilidad de una resistencia civil no violenta frente a las situaciones poselectorales. Y sostuvo que un triunfo del candidato del Partido Acción Nacional, Felipe Calderón, podría significar "una actitud" frente a la división del país. Es más, ante el triunfo de cualquier candidato, propuso un octálogo de principios: primero, a corto plazo, la necesidad de establecer una nueva ley electoral; en segundo lugar, una nueva legislación para los pueblos indígenas; la resistencia civil contra la privatización de los recursos naturales; en tercer lugar, la resistencia civil contra la privatización de los recursos naturales del país, una resistencia más allá de los partidos; no partidaria.

En cuarto lugar, la lucha contra los enormes salarios de los funcionarios gubernamentales, que, dijo, "son excesivos, terriblemente excesivos"; en quinto lugar, proteger y tratar de proteger la libre inmigración a Estados Unidos y tener proyectos políticos al respecto ante la Casa Blanca; el sexto lugar, procurar que el Congreso apruebe leyes en contra de la libre importación de materias básicas y primas para protección de los campesinos mexicanos, sobre todo de maíz y frijol. En séptimo lugar, impulsar una reforma educativa que empiece en las universidades, a las que se debe proteger y, en octavo lugar, que el Congreso apruebe leyes para aliviar, "aunque sea un poco", la desigualdad enorme, cuyo efecto es la división cada vez más grande en este país.

Al mismo tiempo, frente a la biblioteca central, la Red Universitaria de Apoyo Crítico a López Obrador completó una jornada más de información sobre la resistencia civil pacífica, en la que participó el investigador y antropólogo Enrique Dussel, y en la que universitarios sostuvieron que la negativa de Felipe Calderón y de la derecha a abrir todos los paquetes electorales obedece al hecho de que Andrés Manuel López Obrador "ganó la Presidencia de la República, y hoy, como en 1988, la derecha neoliberal trata de ocultar su derrota".