BALANCE DE LA JORNADA
Bulle y Hank Rhon, los indeseables en el futbol
Ampliar la imagen Aficionados universitarios se pronunciaron en favor del voto por voto Foto: Roberto García Ortiz
Por andar soñando con que La Volpe iba a convertir a México en campeón del mundo, a Alberto de la Torre se le incendió la casa y ahora los directivos están resignados a tolerar a Axel Bulle, dueño de Gallos Blancos, durante un largo año que se les hará eterno y que promete dolores de cabeza.
Hank Rhon, presidente municipal de Tijuana, es ubicado en Estados Unidos como sospechoso de narcotráfico, contrabando de animales en peligro de extinción y lavado de dinero y, según allegados del propio Bulle, puja por la adquisición de Gallos Blancos de Querétaro.
Con su empresa Promotora Beta, Hank Rhon traficó animales, es dueño del Hipódromo Agua Caliente, señalado como sitio de lavado de dinero, y posee la casa de apuestas Grupo Caliente. Todo eso sin mencionar las acusaciones de asesinato de periodistas de que lo ha hecho blanco el semanario Zeta. ¡Una joya ha llegado al futbol!
De la Torre no aprendió nada de la dura lección recibida en el caso de los Colibríes de Morelos y Bulle, que entre sus negocios tiene bares, o como dicen los jóvenes, antros. Es un empresario apremiado por la falta de dinero y por ello susceptible a asociarse con cualquiera.
Cruz Azul, Toluca, Atlas y Jaguares aparecen como los punteros del incipiente torneo. Otros, que habían generado buenas expectativas, entre ellos Atlante, se desinflaron, pero la jornada fue generosa en calidad de goles y destaca el marcado por Rodrigo Ruiz, pese a la derrota del Santos, y el de Mosqueda, del América, muy similares.
Chelito Delgado sigue siendo el fiel de la balanza en el Cruz Azul, mientras Toluca luce como equipo sólido. La llegada de Marioni fue acertada y hay buen ánimo en el infierno, luego de que la FIFA reconoció al Tolo Gallego como uno de los mejores estrategas, por sus títulos al transitar en cuatro equipos.
Como se esperaba, Pumas venció al Veracruz y ganó tranquilidad en el tema del descenso, más aún con la derrota del Querétaro, el Atlas aplicó un baile a los Tecos. Pero apenas empieza el torneo y ya hay técnicos con la presión reflejada en el rostro, como ocurre a Enrique Meza, al frente del deprimido campeón Pachuca.
El balompié nacional suele ser contradictorio. En alguna ocasión Manuel Lapuente, entonces técnico de las Aguilas, dijo a los reporteros que criticaban su forma de juego, que si querían ver espectáculo se fueran al circo, y señaló con la mano unas carpas coronadas con banderines ondeantes, plantadas frente a sus instalaciones de Coapa.
En el lado opuesto está Jorge Vergara y sus Chivas que se tomaron la foto oficial disfrazadas de equipo cirquero. El dueño se vistió de mago, pero sigue sin sacar de la chistera un equipo campeón.
El titular de la Comisión de Arbitros, Arturo Yamasaki, se adelantó a la FIFA y prohibió los festejos con máscaras de lucha libre, habiendo tantos tópicos que exigen prioridad, como la incapacidad de algunos de sus dirigidos, con fallos que semana a semana afectan a algún equipo; apenas el sábado ocurrió casualmente contra el Querétaro.
Mala cosecha obtuvieron los mexicanos que militan en clubes europeos. El Kikín Fonseca fue el único en evitar la derrota tras el empate del Benfica de Portugal en la Liga de Campeones, pero Ricardo Osorio y Pável Pardo, del Stuttgart, así como Carlos Salcido del PSV Eindovhen, no pudieron impedir la derrota en sus respectivas ligas. Y el destino de Jared Borgetti es incierto.
Cuando el ingenio no alcanza, se puede tropezar de fea forma. Ahora que se habla de erradicar el racismo del futbol, el locutor de Televisa Enrique Bermúdez soltó una perla, al minuto 80 del partido América-Tigres: "¡cuidado, ahí viene Memín Pinguín!", dijo cuando Tomás Campos avanzó por el costado izquierdo.