Se reducen ingresos de trabajadores de hoteles y restaurantes
Es cierto que el bloque en Paseo de la Reforma genera pérdidas para hoteleros y restauranteros, pero quienes más pierden son los trabajadores que han visto reducida la clientela en 70 por ciento, pues están tomando vacaciones forzadas, dejaron de percibir las propinas -promedio mínimo de 300 pesos al día- y no tienen el respaldo de la representación sindical, y menos del gobierno local o federal.
Meseros de restaurantes aledaños a la zona bloqueada explicaron que en caso de conflictos "nosotros nos las arreglamos como podemos porque la CROC sólo entra a negociar con la empresa y si estamos de acuerdo o no con lo que arreglen es nuestro problema".
Aseguraron que en algunos restaurantes firman contratos que les garantiza el sueldo mínimo y algunas prestaciones, pero en otros negocios, como los de comida rápida o restaurantes de cadenas como Vip´s, a la hora de firmar un contrato también entregan su renuncia para cuando la empresa quiera hacerla efectiva.
Con el bloqueo se quebrantó la lealtad de los comensales a restaurantes donde se les trata a cuerpo de rey. Lugares predilectos de políticos, empresarios y clientes en general cercanos al Monumento a la Revolución, Paseo de la Reforma o la Zona Rosa, que a las 15:00 horas estaban repletos, hoy están semivacíos, con apenas unas cuantas mesas ocupadas.
El gozo de los comensales tiene otra lectura más terrenal: representan 10 o 15 por ciento de propinas que repercuten de forma directa en el ingreso de los trabajadores y que en la mayoría de los casos son varias veces mayores al salario mínimo fijado en 48.67 pesos. Estimaciones modestas de los beneficiados señalan que su ingreso puede complementarse por lo menos en 300 pesos al día por esa vía.
Con este movimiento salieron a relucir las condiciones de trabajo de los meseros, garroteros y acomodadores de carros, entre otros puestos que desempeñan los trabajadores del sector, y el sentimiento de que existe una nula representatividad sindical, en este caso por parte de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), que encabeza Isaías González, quien a 15 días de bloqueo y repetidos anuncios de los empresarios sobre el inminente despido de miles de empleados, no se ha pronunciado al respecto.
Meseros, que son quienes sienten el impacto directo del conflicto y tienen bien medido la operación de un negocio, aseguraron que la clientela ha caído 70 por ciento, y en la misma proporción las propinas, no atienden más de 20 ó 30 mesas al día "y todavía no hay despidos porque acordamos con la empresa tomar vacaciones adelantadas".
Esto significa que sólo perciben el sueldo mínimo y no reciben las propinas, situación que calificaron como lo menos malo que les podría pasar por tratarse de un acuerdo al que llegaron con la empresa, ya que la situación podría ser peor si interviniera la CROC, debido a que "el sindicato sólo entra a negociar con la empresa sin importar si estamos de acuerdo con lo que arreglen", aseguraron meseros que pidieron no ser identificados.
Detallaron que quienes logran colocarse en restaurantes de prestigio tienen mejores garantías e ingresos, pero quienes no tienen nada seguro son los que trabajan para establecimientos de comida rápida o las conocidas cadenas, ya que como condición para firmar un contrato también deben dejar firmada su renuncia, además de que ahí las propinas son menores y las jornadas de trabajo pueden ser más largas.
De acuerdo con cifras de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), hasta la semana pasada los empresarios turísticos de la ciudad de México habían perdido 2 mil 240 millones de pesos, mientras que los trabajadores habían dejado de ganar 150 millones 560 mil pesos.
Se espera que con la dispensa del pago del 2 por ciento al impuesto sobre nómina para los restauranteros y la apertura de algunas vialidades se acabe la amenaza de despidos, regresen los comensales y las percepciones de los trabajadores mejoren en los próximos días.
Miriam Posada García