Reaparece el líder de la sección 22 del SNTE para encabezar la conmemoración
Rinden homenaje en el Zócalo de Oaxaca al manifestante muerto
Para la procuradora estatal el deceso de José Jiménez se debió a una riña entre los inconformes
Ampliar la imagen Familiares y amigos participaron en el homenaje a José Jiménez Colmenares Foto: Blanca Hernández
Oaxaca, Oax., 11 de agosto. El movimiento magisterial y popular rindió homenaje al mecánico José Jiménez Colmenares asesinado ayer por presuntos policías durante una movilización que reclamaba la destitución del gobernador Ulises Ruiz Ortiz, la libertad de los "presos políticos" y la presentación con vida de los detenidos-desaparecidos.
"En la historia de la lucha social del pueblo de Oaxaca va a vivir eternamente; en la memoria histórica del movimiento magisterial y popular de Oaxaca va a ser recordado siempre como uno más de los compañeros que tuvo que ofrendar su vida para que nazca un nuevo Oaxaca", afirmó el secretario general de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Enrique Rueda Pacheco, durante el mitin que se celebró la Plaza de la Constitución, ante el féretro de la víctima.
Subrayó que el pueblo de Oaxaca "mantendrá en alto la bandera enarbolada por el compañero José y no dará ni un paso atrás en su lucha" hasta lograr la dimisión o destitución "del señor Ulises Ruiz".
El ataúd de Jiménez Colmenares, escoltado por su esposa, la maestra Florina Jiménez Lucas, y sus hijos, fue sacado en hombros de la funeraria por integrantes del magisterio y de la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO), y después de recorrer algunas calles, llevado al Zócalo.
En el acto, el dirigente magisterial Rueda Pacheco, quien reapareció públicamente después de dos semanas de estar "resguardado" para evitar ser detenido, dijo que la víctima se unió a la lucha magisterial y popular por libertad, justicia, democracia y sobre todo, por la salida "del señor Ulises Ruiz, por fascista, represor y asesino".
Preguntó: "hasta cuándo y cuánta sangre más" deberá derramar el pueblo de Oaxaca para lograr la intervención del Congreso de la Unión y de la Federación, porque "existe plena ingobernabilidad y se necesita resolver (el caso) de manera inmediata".
Responsabilizó directamente al gobernador de ordenar el asesinato de Jiménez, "ante el gran rechazo por su política autoritaria, represiva y fascista".
Antes, Lázaro García Barrera, miembro de la coordinación provisional de la APPO, con lágrimas en los ojos dijo que la muerte de Jiménez Colmenares "es un acto aborrecible del gobierno de Ulises Ruiz contra el pueblo de Oaxaca" con la intención de mantenerse en el poder "a cualquier costo".
Por su parte, en conferencia de prensa, la procuradora general de Justicia del estado, Rosa Lizbeth Caña Cadeza, informó que la muerte de Jiménez Colmenares se debió a una hemorragia profunda interna producida por un disparo, al parecer calibre 22, y dijo que el asesinato fue por "una riña".
Para sustentar su afirmación presentó el video de una entrevista con la doctora Soledad Rivera, hija de Rosendo Javier Rivera, dueño de la clínica hospital Santa María y uno de los retenidos, en la que manifestó que al estar atendiendo a una paciente, auxiliada por su padre, hermano y otra doctora, se registró un conato de violencia con integrantes de la marcha en un inmueble contiguo que funciona como bodega de medicamentos y donde además estacionan los autos de su propiedad, en la que "participó el ahora extinto".
Sin embargo, en declaración a los medios, Flavio Sosa Villavicencio, miembro de la coordinación provisional de la APPO, negó la afirmación de Caña Cadeza y la juzgó como "irresponsable", porque aún sin existir investigaciones "ya esclareció el caso".
Fue una agresión artera, subrayó, "y de eso hay cientos de testigos que vieron como esos criminales dispararon en contra de nuestros compañeros".
Según versiones de miembros del Honorable Cuerpo de Topiles del movimiento magisterial y popular, personal de la Fiscalía Especial de Asuntos Magisteriales de la Procuraduría General de Justicia del Estado encontró dos armas de fuego en una de las habitaciones de la Clínica Hospital Santa María, así como 100 gramos de mariguana así como vestimenta y una credencial de la Policía Preventiva del Estado a nombre de una persona identificada como Margarito.
Caña reconoció la existencia de las armas, mas no de la droga, pero no supo explicar qué hacían en la habitación de un hospital.
Por la tarde, los ocho retenidos como presuntos autores de la agresión fueron entregados por el movimiento magisterial y popular a las afueras de la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión a elementos de la Agencia Federal de Investigación, quienes a su vez los pusieron a disposición de la Primera Agencia Investigadora de la delegación Oaxaca de la Procuraduría General de la República.
Entre ellos se encuentran el doctor Rosendo Javier Rivera Salinas, su hijo y también médico Rosendo Javier Rivera Torres, así como Enrique Jarim Rivera Cruz y Pablo Vásquez. Además, otras cuatro personas no identificadas, entre ellos una mujer, el supuesto policía de nombre Margarito y un presunto pistolero del Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT) identificado como Rufino, quien, según versiones de los participantes en la marcha, fue el que disparó el arma de fuego.
En tanto, dos agentes de la Policía Ministerial del Estado fueron retenidos por los inconformes que tienen tomada la Procuraduría General de Justicia del Estado, "por realizar espionaje".