Reconoce reuniones secretas con Francisco Rojas, quien, afirma, intentó venderle su candidatura
Defiende Juan Sabines sus vínculos con líderes opositores en Chiapas
La política, como el futbol: en la cancha son adversarios y afuera toman cerveza juntos, dice
Ampliar la imagen El candidato del PRD al gobierno de Chiapas, Juan Sabines Guerrero, durante su gira por Ostuacán y Unión Juárez, en la costa chiapaneca, ayer Foto: Victor Camacho
Tuxtla Gutierrez, Chis., 11 de agosto. Para Juan Sabines Guerrero, candidato de la coalición Por el Bien de Todos (PRD-PT-Convergencia) al gobierno de Chiapas, la política es como el futbol, donde en la cancha te enfrentas y fuera de ella los adversarios "toman cerveza juntos".
Se dice un "político progresista", joven -tiene 37 años-, y con ideas nuevas. Nació dentro de una familia de líderes priístas, su padre, Juan Sabines Gutiérrez, fue gobernador del estado entre 1979-1982.
Creció y se desarrolló políticamente en el PRI; fue diputado local y alcalde de ese partido, y un día antes de ser postulado candidato perredista, aún luchaba por ser el abanderado del tricolor al gobierno de Chiapas.
Su figura es controvertida, inclusive en las filas del perredismo estatal, pues bajo la premisa de que está formando un "gobierno de unidad", asegura que apoya el movimiento de Andrés Manuel López Obrador y al mismo tiempo sostiene reuniones secretas con Francisco Rojas, quien el jueves declinó a su candidatura panista al gobierno.
Además, suscribe acuerdos con personajes como el ex gobernador Roberto Albores Guillén, y consuela a priístas que se dicen arrepentidos por cuestionarlo públicamente cuando en el fondo, asegura, lo apoyan a él.
Su teléfono suena sin cesar. Siempre contesta y muchas veces en los momentos coyunturales de la contienda electoral chiapaneca se le escucha decir: "No te preocupes compadre, yo te entiendo, sé que lo tienes que apoyar públicamente... sé que cuento contigo".
En la historia de esta contienda en pos de la gubernatura de Chiapas, lo que ha prevalecido entre los líderes políticos y partidistas, y aún entre los candidatos, son los cambios de camiseta, de colores, de ideologías y hasta de valores éticos.
Juan Sabines compitió por la candidatura del PRI; la perdió porque la cúpula nacional de ese partido eligió al senador con licencia José Antonio Aguilar Bodegas como "candidato de unidad".
Horas después de esa definición renunció públicamente al PRI, y al día siguiente ya contendía -aunque físicamente estaba ausente- en el consejo político del PRD, en busca de la candidatura del sol azteca.
-¿Quién lo invitó a ser el candidato del PRD?
-Andrés Manuel López Obrador
-¿Cuándo?
-El día que renuncié al PRI
-¿Entonces el cambio de rumbo se dio en pocas horas?
Sabines se turba y no acierta a responder coherentemente, porque sabe que la negociación para que él fuera el abanderado de la coalición Por el Bien de Todos se dio desde semanas antes del día de la elección de candidato, cuando aún se resistía a dejar el PRI.
Se dijo que en la decisión de la dirigencia nacional perredista -la estatal siempre se opuso- de apoyar a Juan Sabines, intervino el actual gobernador Pablo Salazar por conducto de Manuel Camacho Solís y otros allegados a López Obrador. El argumento fue que él garantizaba más votos que cualquiera de los otros precandidatos.
La realidad es que durante el consejo estatal perredista donde se eligió a Sabines Guerrero, los mismos militantes del sol azteca denunciaron públicamente que esa era una "imposición", y aseguraron que no lo apoyarían.
Al poco tiempo, ya iniciada la campaña proselitista, Sabines Guerrero apareció públicamente con el ex gobernador priísta Roberto Albores, con quien firmó ante un notario público la llamada Declaración de Comitán, compuesta por las propuestas de gobierno creadas por Albores.
"Eso sólo fue un compromiso público de acciones de gobierno en favor de la gente... no en favor de Albores", justifica Sabines cuando se le cuestiona sobre las acciones que el ex gobernador emprendió contra el PRD, de los zapatistas y las organizaciones sociales, durante su administración (1998-2000).
Juan Sabines también confesó haber sostenido encuentros con el ahora ex candidato del PAN, Francisco Rojas. "Hace como un mes sostuve un encuentro con Paco Rojas en la casa de un amigo común", dice; refiere que ahí el panista intentó "venderle" su candidatura.
Comenta que recibe multitud de llamadas y muestras de apoyo subrepticias de líderes priístas y otros partidos opositores a la alianza que él preside. "Tengo muchos amigos a los que no les queda de otra, los presionan mucho (los líderes de sus partidos)".
-En esta historia de traiciones ¿en quién confía Juan Sabines?
-En Juan Sabines
-¿Es políticamente ético reunirse con políticos opositores?
-Es como en el futbol, en la cancha juega uno contra el otro, pero saliendo de ahí se van a tomar cerveza juntos. Puedes militar en el equipo contrario y tener amigos en otro. La amistad no tiene porqué mezclarse con la política. Yo me puedo reunir con quien quiera, con gente de diferentes ideologías y no pasa nada.
-¿Con quien va a gobernar?
-Con perredistas, petistas, la sociedad civil... con una nueva generación de políticos. Mi gabinete será una nueva generación, ofrezco a gente joven que tiene nuevas visiones políticas
-Políticos como Roberto Albores y otros viejos priístas que actualmente lo apoyan, también tienen ambiciones políticas
-Yo nada he ofrecido a nadie. Mis relaciones son sólo de amistad. Lo que he hecho en la campaña ha sido una convocatoria a un gobierno de unidad, donde hemos puesto por encima de las diferencias que existen a Chiapas. Queremos un estado de unidad, por eso hemos convocado y nos reunimos con todos. Nos reunimos con gente del PRI, del Verde, PAN, PRD, viendo lo que nos une.
-¿Hasta dónde su agradecimiento con Pablo Salazar?
-La amistad no tiene fecha de caducidad. Es algo que se siente y se tiene, es un valor.