ISSSTE: Moreno Cueto y Elba Esther Gordillo
La primera declaración pública de Enrique Moreno Cueto -nuevo representante de la "maestra" Elba Esther Gordillo- como director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) resultó emblemática. Clausurando el curso Economía de la salud y reforma del ISSSTE, se llenó la boca de "sabiduría" y espetó: "en salud siempre se debe asumir como reto elevar la calidad del servicio médico y tener la capacidad de atender la demanda, además de enfrentar los asuntos financieros".
Estas rutilantes palabras coincidieron con la denuncia del empresario Aldo Rico Licona (copropietario del Grupo Operativo Internacional de Seguridad Privada) sobre los intentos de extorsión en el ISSSTE de Benjamín González Roaro (quien después de renunciar al PRI, ahora luce como diputado panista) para financiar la campaña de Felipe Calderón.
Mientras Moreno Cueto desplegaba su "economía" de la salud, 400 médicos y enfermeras (suplentes) del hospital Santiago Ramón y Cajal en Durango paraban labores en protesta porque el ISSSTE no les había cubierto el salario de dos meses. Para no suspender el servicio, las autoridades solicitaron apoyo a los alumnos de la escuela de enfermería de la entidad. ¡Prueba de la "calidad" y "capacidad" para atender la demanda que pregona Moreno Cueto!
Días antes, los integrantes de la Asociación Ciudadana del Magisterio acusaron al presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, de mantener estrechos vínculos con Gordillo. Pues, adujeron, aunque ellos aguardan años para alcanzar un crédito, Ugalde -que cobra un salario "digno"- obtuvo uno del Fovisssste en un santiamén. ¿Estaba enterado Moreno Cueto?
No sorprendió a nadie que, en este marco de tantísima "calidad", el aprendiz de tecnócrata Pedro Vázquez Colmenares -subdirector general de Finanzas del ISSSTE, responsable de la "propuesta médica" de la iniciativa senatorial de "reforma" al instituto que presentara Joel Ayala Almeida el 13 de diciembre de 2005 y que le redactaran los tecnócratas hacendarios de Francisco Gil Díaz-, presentando su libro La política no basta. Cómo llegar al México que queremos, se atreviera a sostener que nos "falta un proyecto de planeación de largo plazo que defina el rumbo del país, derivado de un gran acuerdo nacional".
Consejo que, por supuesto, no se aplicó a sí mismo en el ISSSTE. Porque siguiendo a su maestro Javier Beristáin Iturbide, director de la Afore XXI -quien increíblemente estima que la "reforma" al sistema de pensiones ¡requiere una "coalición de perdedores" encabezada por los adultos mayores!-, Vázquez Colmenares jamás "acordó" con nadie su "separación" entre financiamiento y prestación en el ISSSTE, tal y como recomendó el Banco Mundial (Mexico-Technical assistance for public sector reform, ISSSTE). ¿Qué "acuerdo nacional" puede invocar justamente él?
Tal vez contagiado por esa misma lozanía "consensuadora" que irradia Vázquez Colmenares, la segunda declaración de Moreno Cueto -apoyada en la red de "alianzas" de su mentora Gordillo- estableció que, finalmente, la "reforma" del ISSSTE "podría ser uno de los pendientes que tendría que negociar la nueva administración con los legisladores". Curiosa "negociación" para la cual él ya contabiliza el "apoyo de los panistas (entre ellos, su antecesor, el ex priísta González Roaro), los de Nueva Alianza así como algunos otros afines". ¿Como quienes? Pues los mismísimos coordinadores de las bancadas priístas en ambas cámaras: Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa, quienes contemplan en sus "propuestas" fortalecer las instituciones "desde el punto de vista económico" y "procurar" que el verdadero "ganador sea el trabajador". ¿Al estilo de Javier Beristáin Iturbide?
En su tercera declaración, Moreno Cueto repitió exactamente las mismas palabras de su antecesor González Roaro: para la "reforma no hay términos fatales". Lamentablemente, la Secretaría de Hacienda no lo acompañó en el "cálculo". Pues, sorprendentemente, prescindió de su amplio coro de apocalípticos voceros (subsecretario, Alonso García Tamés; director general, José Antonio González Anaya, y Everardo Elizondo, subgobernador del Banco de México), y le reservó -ahora- a su informe semanal (31/07) el comunicado estelar: "la SHCP urge una reforma para sanear las finanzas del ISSSTE". ¡Tienen prisa!
Sólo faltaba que otro ex subsecretario de Hacienda, Carlos Noriega Curtis, se sumara al coro "reformista": es "probable" -puntualizó- que el déficit de los regímenes de pensiones "rebase 200 por ciento del PIB" y existe, además, una deuda "doblemente implícita en salud". Hay "que hacer la reforma del ISSSTE" -enfatizó- hablando interesadamente, ahora, desde la dirección de la Afore Ahorra Ahora y después de improvisarse como "conocedor" de los temas sanitarios desde Funsalud y la Comisión Mexicana de Macroeconomía y Salud.
Se le sumaron inmediatamente Javier Beristáin Iturbide ("soy optimista: ahora sí se realizará la reforma") y Francisco González Almaraz, presidente de la Amafore ("por primera vez la expectativa es halagüeña"), aunque pronto tuvo que reconocer que uno de los soportes seminales de la iniciativa Ayala, las "aportaciones voluntarias" de los trabajadores a las Afore, "ha fracasado alrededor del mundo".
Basta considerar que, hasta mayo de 2006, la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados había recibido 26 puntos de acuerdo de congresos locales, opiniones de sindicatos y organizaciones sociales en contra de la iniciativa Ayala. Por algo Ricardo Pontigo, desde el SNTISSSTE, manifestó que rechazarán una reforma al ISSSTE "apresurada y sobre las rodillas".
Como en Oaxaca, Moreno Cueto, Joel Ayala y los tecnócratas tendrán, pues, los paros y movilizaciones de los trabajadores a la puerta. El nuevo gobierno tiene la palabra.
* Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco