Nueva ofensiva en Cuba contra la instalación ilegal de antenas parabólicas
Las noticias sobre Fidel Castro, limitadas sólo a lo "indispensable": Ricardo Alarcón
La Habana, 9 de agosto. La información sobre la salud del presidente Fidel Castro tiene que limitarse a lo "indispensable", en reacción a las "amenazas concretas" de Estados Unidos para una situación como la que vive Cuba, dijo este miércoles el líder del Parlamento, Ricardo Alarcón.
En declaraciones a la radio local, el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular e integrante del Buró Político del Partido Comunista de Cuba evocó la ley estadunidense Helms-Burton, de 1996, que busca propiciar un cambio de régimen en la isla, y el plan de George W. Bush, de 2004 y 2006, que rechaza un eventual gobierno de Raúl Castro, el segundo hombre al mando.
Alarcón aludió a la enfermedad de Fidel Castro y la delegación de sus funciones a su hermano Raúl, hace nueve días, para señalar que "estamos ante un momento respecto al cual el gobierno de Estados Unidos ha proferido amenazas concretas".
"Por eso las informaciones sobre la salud de Fidel, la información que demos sobre toda esta situación, tiene que ser cuidadosa, limitada a informar lo que resulte indispensable", agregó.
Alarcón es el único alto dirigente cubano que desde La Habana se ha referido a la situación de Castro. El vicepresidente Carlos Lage y el ministro de Salud, José Ramón Balaguer, lo han hecho en sendas giras por América Latina, todos en el sentido de que el mandatario se mantiene estable y mejora, pero sin ofrecer detalles.
Fidel y Raúl Castro cumplieron este miércoles nueve días sin aparecer en público, luego del traspaso de poderes anunciado el 31 de julio.
En sus declaraciones radiales, Alarcón ponderó los límites de la política de Washington hacia Cuba, al considerar que para una eventual agresión militar tiene "limitaciones muy concretas", como la situación en Irak y una opinión pública adversa.
Pero advirtió que "no podemos tomar a la ligera la amenaza explícita de un gobierno de un país poderoso, aunque tenga sus limitaciones y que está gobernado por un grupo de bandidos".
Mientras, el diario oficial Granma anunció hoy una nueva ofensiva policial contra la instalación ilegal de antenas parabólicas y equipos de decodificación satelital para captar canales extranjeros de televisión.
Una empresa estatal presta el servicio de difusión de señales televisivas exteriores, por cable o por satélite, pero sólo a personas o empresas extranjeras residentes en la isla, centros turístico y algunas oficinas gubernamentales.
Los particulares instalan antenas artesanales, equipos que consiguen subrepticiamente o tarjetas de suscripción a un servicio contratado en el extranjero, para tener alternativas a la televisión oficial, la única que se les permite sintonizar.
En ese circuito subterráneo, las emisiones más populares son los noticieros en español, los espectáculos musicales y las telenovelas.
El diario oficial dijo que "buena parte de la programación que se recibe por esa vía es de contenido desestabilizador, injerencista, subversivo y convoca, cada vez más, a la realización de actividades terroristas".
Agregó que un televidente que capta señales del exterior "recibe habitualmente espacios con una avalancha de propaganda comercial que muestra la apariencia del capitalismo, mensajes anticubanos y hasta pornografía con niños, adolescentes y adultos, muy lejos de los valores culturales, educativos y patrióticos que predominan en nuestros programas televisivos y de las costumbres y tradiciones del pueblo cubano".
La advertencia recordó que los telespectadores de canales extranjeros enfrentan penas que, según los extremos en que incurran, pueden alcanzar hasta tres años de cárcel o multa de hasta 30 mil pesos cubanos (mil 200 dólares).
Las batidas contra los telespectadores furtivos de canales extranjeros se repiten cíclicamente. Esta vez la ofensiva coincide con la situación abierta por la enfermedad de Castro y el anuncio de reforzamiento de la señal de Tele Martí, el canal oficial estadunidense que transmite hacia la isla.
Barruntos de la emisión de Tele Martí se registran diariamente en algunas zonas del litoral norte del país durante segundos, pero la señal desaparece del aire debido a una fuerte y sistemática intercepción cubana.