Desafío al conservadurismo en Guadalajara
Ampliar la imagen La protesta de la pintora Cecilia Márquez captó la atención de los paseantes en la Plaza Liberación, en Guadalajara Foto: Arturo Campos Cedillo
Guadalajara, Jal., 9 de agosto. Con ojos acuosos que evidenciaban las postrimerías de su lujuria, un vejete no despegaba la vista de la turgencia que las nalgas de la pintora Cecilia Márquez ofrecían a la mañana nublada este miércoles en Plaza Liberación, en el corazón de esta capital. "¿Dónde trabajas, pinche vieja?", eructaba el anciano, mientras la simpatizante de Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos, no se inmutaba ante la provocación y continuaba con su instalación artística y de protesta que llamó "fraude al desnudo".
Boca abajo, sobre un tapete verde, con una manta tras ella que repetía la frase "fraude al desnudo" y junto a un letrero gigante que decía "voto por voto" formado con papel de baño en señal de que "todo fue un cochinero", la artista plástica y activista política señaló la importancia de denunciar de todas las formas posibles el atraco electoral.
Programado originalmente para las 8 de la mañana para no interferir con la atención de los medios a la cobertura informativa sobre el conteo de votos en las juntas distritales, el acto se demoró casi 40 minutos debido a la gran presencia de reporteros que logró atraer y que querían entrevistar a la valiente que se animó a desnudarse en el centro de una ciudad que se caracteriza por su conservadurismo.
Acompañada por una rosa roja y otra blanca, Cecilia Márquez permaneció en la plancha de concreto casi 20 minutos hasta que decidió terminar su plantón, urgida sobre todo por la necesidad de dejar a los embobados fotógrafos y camarógrafos en libertad de irse a cubrir el conteo de votos.
"Haz de trabajar en San Juan (de Dios, barrio donde está la zona de tolerancia)", todavía alcanzó a increpar el viejo, enojado de dientes para fuera por "las locuras de estos cabrones", pero con una emoción de virilidad senil evidente no tan al fondo de sus ojos.
Juan Carlos G. Partida, corresponsal