Montarán la ópera Epica hula en el Auditorio Nacional
Traen al país una síntesis de la ancestral cultura hawaiana
La Epica hula llega por primera vez a México para presentarse en función única, el 23 de agosto, en el Auditorio Nacional. Se trata de una ópera, si bien apartada del formato y los cánones convencionales del mundo occidental, en la que se da cuenta de la cosmovisión, los simbolismos y las tradiciones del pueblo hawaino.
De hecho, más que un espectáculo es un ritual en ofrenda a Pele, la diosa del fuego, que ha sido preservado desde hace siete generaciones por la comunidad Kanaka'ole, la más antigua de Hawai, que habita en la isla de Hilo, ubicada al norte de esa nación.
Tal factor ceremonial, muy alejado de lo folclórico, explica por qué sólo habrá una presentación en el país, así como que el elenco esté integrado no por artistas profesionales, sino por habitantes de esa comunidad, 35 en total, entre ellos dos kumus, especie de sacerdotisas.
De acuerdo con el productor Ricardo Ortega, las organizaciones de las Naciones Unidas y la de Estados Americanos han avalado esta propuesta como una expresión eminentemente cultural del pueblo hawaiano; mientras la crítica internacional la ha colocado a la altura de la ópera Madama Butterfly y la coreografía El lago de los cisnes, por su belleza y emotividad.
No obstante su origen sagrado, agrega el productor -quien también se ha encargado de la realización de las dos muestras de Música Indígena de las Américas realizadas en el Auditorio Nacional-, Epica hula es una ópera debido a que es una obra total, conformada por ballet, música y canto, dividida en dos actos.
Uno de los principales aspectos que la diferencian de la ópera occidental consiste en que todo el elenco toca algún instrumento, baila y canta, aunque en el canto las voces no están apegadas a las tesituras convencionales, como tenor, soprano o barítono.
''Es una puesta integrada por ballet, ópera y teatro Kabuki."
Otro aspecto es que se prescinde de escenografías fastuosas y la importancia está centrada en el aspecto de la interpretación humana, en particular del baile hula, cuya esencia está en el poco apego al suelo y el movimiento de manos a manera de lenguaje.
Esta carencia de fastuosidad no implica que no sea un espectáculo vistoso y magnificente. Inclusive, su costo de producción en México es de 8 millones de pesos.
Transmisión matrilineal
La representaciones que integran esta ópera han sido transmitidas ancestralmente en forma matrilineal, y ello ha permitido al pueblo hawaiano preservar su poderosa relación con la tierra y su respeto a la naturaleza, aspectos que se enriquecen de generación en generación, precisa Ortega.
A decir del productor, ésta resulta una inigualable oportunidad para apreciar en el país una síntesis de la cultura hawaiana, la cual no resulta del todo desconocida en México, que después de Japón es el país donde más escuelas de hula existen, con un estimado de 400.
En el contexto de la presentación de esta obra, en la cual participará la actriz mexicana Angélica Aragón, como narradora, vendrán también las antropólogas hawaianas Nalani Kanaka'ole y Pualani Kanaka'ole, reconocidas como las guardianas del hula y de la ópera hawaiana, quienes dictarán una conferencia en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (Periférico Sur 5141, esquina Zapote, colonia Isidro Fabela), el 22 de agosto a las 12 horas. Entrada libre.