La madre puede desarrollar diabetes, hipertensión y obesidad, previene la Ssa
Advierten sobre riesgos de embarazo en las mujeres mayores de 35 años
Informa que el producto puede tener alteraciones genéticas, como síndrome de Down
En México son cada vez más las mujeres que deciden planear su embarazo después de los 35 años de edad, debido a situaciones laborales, a una mejor planeación de la maternidad y a un intervalo más amplio entre uno y otro hijo, informó Dora Gilda Mayén, jefa del Departamento de Genética del Instituto Nacional de Perinatología (Inper) Doctor Isidro Espinosa de los Reyes, de la Secretaría de Salud (Ssa). Sin embargo, indicó la doctora, el embarazo en edad avanzada incrementa el riesgo de que la madre desarrolle diabetes, hipertensión, obesidad, y que el bebé tenga alteraciones genéticas, como síndrome de Down.
Asimismo, precisó, en un comunicado de prensa difundido por la Ssa, que una de cada 97 mujeres embarazadas, de 40 años, y una de cada 55, de 42, tiene un hijo con síndrome de Down. Detalló que las alteraciones cromosómicas asociadas con la edad materna se presentan porque el ovocito fecundado tiene la misma edad de la mujer, tiempo durante el cual ha estado expuesto a factores biológicos, químicos y físicos. Por ello, después de los 40 el riesgo de sufrir una alteración en su material genético se incrementa.
La doctora también afirmó que la edad óptima de la mujer para embarazarse es antes de los 35 años, y la del hombre para fecundar de menos de 45, porque también los varones, después de esa edad, pueden tener hijos con problemas genéticos.
Comentó que una mujer que rebasa los 35 años requiere de mayor vigilancia y atención especializada. Por eso, ese tipo de pacientes atendidas en el Inper, reciben, entre otros servicios, atención integral, como control de dieta o vigilancia de glucosa.
La doctora Mayén señaló que en México la edad materna ha ido incrementándose en los años recientes. Según datos del Inper, en 2000 ese centro registró que 20.1 por ciento del total de embarazos atendidos fueron de pacientes de edad avanzada; cinco años después, en 2005, la cifra fue de 21.1 por ciento.