Insta a legisladores panistas a dejar la "mesa puesta" al próximo presidente
Impulsar reformas estructurales antes de fin de sexenio, pide Fox
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El presidente Vicente Fox flanqueado por Santiago Creel y Manuel Espino
Foto: José AntonioLópez
San Juan del Río, Qro., 8 de agosto. Ante los próximos legisladores de su partido (PAN), el presidente Vicente Fox se comprometió aquí a pagar el costo político que implicaría la aprobación de algunas de las llamadas reformas estructurales en el periodo que va del primero de septiembre -cuando se instala el nuevo Congreso- al primero de diciembre, fecha en la que el actual jefe del Ejecutivo tendrá que entregar el cargo.
Reunidos a puerta cerrada, los panistas escucharon la petición del guanajuatense de impulsar la reforma energética, la laboral, la fiscal y otras más, y dejar la "mesa puesta" para el siguiente gobierno. Si en ese intento hay que pagar costos políticos, Fox Quesada se dijo dispuesto a hacerlo con tal de dejar las cosas encaminadas y que no sea la siguiente administración la que salde la cuenta.
El encuentro de Vicente Fox con los legisladores electos del PAN se realizó hoy por separado, en el contexto de su primera reunión plenaria. Primero dialogó -a las ocho de la mañana- con los senadores que sesionaron en la Hacienda Galindo y más tarde lo hizo con los diputados que estuvieron en Jurica.
Fue su última participación como Presidente de la República en un cónclave de legisladores panistas. En medio de apapachos de sus correligionarios, que hicieron fila en el micrófono para felicitarlo, se dio tiempo para hablar de su regreso al rancho de San Cristóbal y decir que tiene "poco o nada que" recomendarle a Felipe Calderón.
Las dos reuniones se realizaron en medio de fuertes medidas de seguridad, lo que impidió que simpatizantes de la coalición Por el Bien de Todos pudieran acercarse para exigir el recuento voto por voto. Fox siempre estuvo acompañado del dirigente nacional panista, Manuel Espino, quien lucía un chaleco con las banderas de México, España y del PAN, y la frase "Camino de Santiago", como recuerdo de su peregrinación religiosa.
Según versiones de los asistentes a las dos reniones, el mandatario hizo un recuento general de la situación económica y política del país. Sobre el primer tema, puntualizó que México ha crecido casi 5 por ciento en lo que va del año y se han generado 600 mil empleos.
Cerca de concluir su gobierno, Fox no abandonó los escenarios optimistas y se declaró confiado en que si se mantienen la estabilidad económica y la disciplina presupuestal, al término del siguiente sexenio 75 por ciento de los mexicanos serán considerados de clase media y la pobreza se habrá "achicado", explicó María Elena Alvarez, diputada electa.
Frente a los senadores electos se refirió al tema de las reformas estructurales, y según versiones de los asistentes pidió impulsar dichas modificaciones legislativas para dejar las cosas encaminadas para el siguiente gobierno. Si eso implica pagar costos políticos, manifestó que lo va a hacer.
La ventaja que los propios legisladores ven a esta decisión es que un eventual gobierno de Felipe Calderón no tendría que sufrir el desgaste que implicaría la aprobación de dichas modificaciones. Los panistas consideraron difícil que en los próximos tres meses logren impulsar las reformas energética y fiscal. Pero se podría avanzar con la laboral, pues se ha trabajado mucho en ella y las posiciones de los partidos se han ido acercando, dijeron.
Esta postura coincidió con la que expuso ante los futuros integrantes de San Lázaro. Alvarez comentó que el mandatario planteó que la reforma laboral ha generado acuerdos en los ámbitos patronal y sindical, y por eso esperaba que este año se pudiera aprobar, si no completa, por lo menos una parte, en coincidencia con la línea gradual que defendió un día antes el secretario de Gobernación Carlos Abascal.
En apoyo a este escenario destacaron que hay posibilidades de establecer acuerdos con el PRI, el Partido Nueva Alianza y hasta con Convergencia. De este último partido, aseguraron que sus dirigentes están preocupados por las movilizaciones que ha emprendido el candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, y buscan deslindarse. Además ven con buenos ojos la posibilidad de sumarse a un eventual gobierno de alianza con el panista Felipe Calderón.
"Viviré en el rancho, no en Zamora"
En la reunión, sus correligionarios parecieron pasar por alto los pendientes que dejó el gobierno del presidente Fox en el tema de las reformas estructurales y le extendieron felicitaciones. "El encuentro fue de cuachalas", definió el senador y futuro diputado Gerardo Buganza.
El diputado tabasqueño Gerardo Priego explicó que se le preguntó al mandatario cuáles serían sus sugerencias a Felipe Calderón, y "el Presidente, con mucha prudencia, dijo: 'tengo poco o nada que recomendarle. Felipe está muy formado para la toma de decisiones, y si el tribunal así lo ratifica, Felipe será presidente del país'".
A tres meses de que termine su mandato, Fox también se dijo dispuesto a que el PAN aproveche positivamente la experiencia que él acumuló en la Presidencia de la República, pero con la condición de que lo dejen estar en su rancho de San Cristóbal.
Priego aclaró que la dirigencia panista está en pláticas con él para definir de qué manera se integrará a las tareas partidistas. Una opción es que sea consejero político.