Veracruz tiene la marca de 141 siniestros en 30 años

Elabora la UNAM cartografía de las inundaciones en México

Investigadores del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) elaboran una cartografía de las zonas susceptibles a inundaciones en el país, que ya tiene 80 por ciento de avance, y que al ser incorporada al Nuevo Atlas Nacional de México permitirá prevenir y mitigar muertes, así como diversos daños por estas causas.

La investigación indica que en las últimas dos décadas, tanto la frecuencia como intensidad de este fenómeno natural se ha incrementado y la mayoría de las grandes ciudades las padecen, tales como el Distrito Federal, Monterrey, Acapulco, Puebla y Chetumal, entre otras. En un comunicado, la UNAM informó que la investigadora Oralia Oropeza Orozco es la responsable de realizar dichos mapas a partir de estudios e informes regionales y locales, imágenes de percepción remota, cartografía temática y bases de datos de diversas fuentes, incluyendo la hemerográfica del Centro Nacional de Prevención de Desastres.

La experta señaló que las zonas más vulnerables son la costa de Chiapas, y la costa y los valles centrales de Oaxaca, Guerrero, Puebla, Veracruz, Campeche y Tabasco. En el norte, un área suceptible es el estado de Sonora, en donde se desbordan algunos ríos que afectan a diferentes poblaciones.

Precisó que entre 1970 y 2001, la entidad con más inundaciones fue Veracruz, con 141; seguida del Estado de México, con 133; el Distrito Federal, con 96 y Chiapas con 63. El resto de los estados estuvieron por debajo de las 50.

Recordó que en 1999, lluvias torrenciales e inundaciones en la sierra norte de Puebla, así como en Oaxaca y Veracruz, causaron 387 muertos y daños por 915.4 millones de dólares.

La investigadora apuntó que una vez incorporada al Nuevo Atlas Nacional de México -que espera terminar a fines de este año- la cartografía de inundaciones permitirá ver cuáles son las zonas o regiones prioritarias que requieren atención para idear soluciones de ingeniería que prevengan y mitigen daños diseñando medidas no estructurales referidas a educación y cambios en la legislación y en la regulación del uso de suelo.