Una empresa estadunidense invade terrenos con anuencia del gobierno estatal
Destruye inmobiliaria centro de estudios ambientales en Sonora
La edificación de un conjunto habitacional amenaza pesca y humedales costeros, además de violar un amparo, asegura funcionario
Demandan intervención de autoridades federales
Ampliar la imagen Un grupo de manifestantes trata de impedir la destrucción del centro ambiental más antiguo del Golfo de California Foto: Cristóbal García
Puerto Peñasco, Son., 5 de agosto. El gobierno de Sonora permite que desarrolladores turísticos estadunidenses destruyan el Centro Intercultural de Estudios de Desiertos y Océanos (CEDO), que opera desde hace 26 años en este balneario sonorense del Golfo de California.
Especialistas han calificado de ''desastre ambiental'' la invasión del predio donde opera el CEDO y señalan que la construcción de un complejo habitacional amenaza no sólo al organismo, sino también la pesca ribereña y los humedales costeros.
El coordinador de proyectos de desarrollo sustentable y conservación costera del CEDO, Alejandro Castillo López, expuso que la empresa desarrolladora Clifton-Meridian, de origen estadunidense, pretende construir 38 condominios en la zona, para lo cual necesita el terreno donde está el centro de investigación.
En entrevista, expuso que el CEDO es la única institución dedicada a investigación, educación ambiental y desarrollo sustentable en Puerto Peñasco, y de manera ilegal empezó a ser destruida por el grupo de inversionistas extranjeros encabezados por Patrick Clifton.
Recordó que el 8 de julio los desarrolladores del proyecto, denominado Fuentes del Mar, invadieron las instalaciones del CEDO y comenzaron a destruir uno de los recursos educativos y atractivos turísticos más importantes del norte del Golfo de California. Hasta ahora han derrumbado el mural y la barda perimetral.
El CEDO empezó a funcionar en 1980, en un predio ubicado en el fraccionamiento Las Conchas de Puerto Peñasco, Sonora, un área turística de alta plusvalía. El inmueble fue donado al organismo por el gobierno estatal para realizar actividades de investigación y educación ambiental.
El CEDO construyó una casa con materiales reciclados y pintó un mural sobre el medio ambiente del lugar, instaló un esqueleto de ballena y creó un jardín botánico; además ha presentado exhibiciones y ofrece material educativo para escuelas y público. Cada año recibe aproximadamente 15 mil visitantes.
Castillo López lamentó que a pesar de que Clifton-Meridian carece de permisos, la Secretaría de Infraestructura Urbana y Ecología (SIEU) y otras autoridades han permitido que continúe con las obras.
Indicó que como el gobierno estatal ha hecho caso omiso al CEDO, se solicitó la intervención inmediata de autoridades federales y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para que detengan la construcción de condominios.
Señaló que las acciones de los inversionistas extranjeros contra el CEDO alejan la posibilidad de convertirlo en museo. Clifton-Meridian, sostuvo, opera por encima de la ley, ''alterando caminos y destruyendo una institución mexicana''.
El investigador del CEDO informó que el 13 de julio el centro obtuvo un amparo contra la construcción de condominios en sus terrenos.
La resolución ordena a Clifton-Meridian detener las obras, pero los daños que ocasionó los días 8 y 10 de julio no han sido reparados, ''por lo cual la lucha jurídica continúa'".
Por último, reiteró el llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno y a la comunidad para que no permitan que esta institución sea destruida.