Usted está aquí: lunes 7 de agosto de 2006 Economía Amenaza de boicot iraní podría disparar los precios del crudo

Teherán suspenderá exportaciones si la ONU impone sanciones a su programa nuclear

Amenaza de boicot iraní podría disparar los precios del crudo

Analistas prevén que el barril supere los 100 dólares; el impacto para EU, "especialmente brutal"

Los precios del petróleo podrían alcanzar nuevos máximos históricos esta semana después de que un funcionario iraní advirtiera que Teherán está preparado para un boicot petrolero contra países occidentales, en caso de que el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) le imponga sanciones por su programa nuclear.

Ali Larijani, alto responsable para las negociaciones nucleares del cuarto mayor exportador mundial de crudo, indicó que el gobierno iraní estaba preparado para lanzar represalias "dolorosas" si hay sanciones en su contra, de acuerdo con un reporte del diario británico The Independent.

La ONU emitió esta semana una resolución en la que insta a Irán a suspender sus actividades de enriquecimiento de uranio, aunque la nación islámica tiene de plazo el 22 de agosto para responder a una oferta presentada en junio por China, Rusia, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Alemania para que detenga los programas nucleares a cambio de garantías económicas y cooperación comercial.

Larijani declaró que Teherán no busca "utilizar al petróleo como un arma", pero debe estar listo para "defender sus derechos".

Si los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU imponen sanciones, dijo el diplomático, "reaccionaremos de tal manera que sería doloroso para ellos. No deberían pensar que pueden lastimarnos y nosotros mantenernos sin reaccionar", informó el periódico británico.

El barril de petróleo cerró el viernes en 76.17 dólares en Londres, casi dos dólares por debajo del máximo histórico de 78.03 que alcanzó a mediados de julio, cuando el conflicto en Medio Oriente se extendió a Líbano.

Debido a la crisis en la región, los analistas no descartan un precio del petróleo superior a 100 dólares, ni tampoco un boicot árabe petrolero.

Sin embargo, el jueves anterior Arabia Saudita, el mayor exportador mundial de petróleo, consideró que el hidrocarburo no debe ser usado como un arma debido a que es el salvavidas económico de los estados árabes.

Irán y Arabia Saudita pertenecen a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que suministra al orbe casi 40 por ciento del energético.

Tanto Arabia Saudita como otros miembros del cártel, aliados con Estados Unidos, han dejado claro en el pasado que no tienen intenciones de repetir el embargo de petróleo árabe de 1973, sancionado por el entonces rey Faisal de Arabia Saudita, para castigar a Occidente por respaldar a Israel en la guerra árabe-israelí.

La escalada de violencia en el sur de Líbano, entre otras tensiones geopolíticas, incluida la de Irán, han obligado a que cada vez más un número mayor de compañías realicen inversiones para protegerse si el crudo se dispara por arriba de los 100 dólares.

"Si el precio del energético incrementa su nivel, la economía mundial y los mercados bursátiles se verían severamente afectados", alertaron los especialistas del sector citados por The Independent.

El impacto, principalmente en Estados Unidos, sería "especialmente brutal" y aumentaría el riesgo de una estanflación (inflación elevada combinada con un estancamiento económico).

Aun Venezuela, único país latinoamericano integrante de la OPEP, ha amenazado con cortar el suministro de petróleo a Estados Unidos, como respuesta a una actitud "hostil" y "agresiva" de Washington.

Una investigación del Congreso estadunidense, según un reporte de EIU, señala que el corte en el suministro de crudo incrementaría en 11 por ciento su cotización, por lo que un comité del Senado ya exhortó al Ejecutivo a desarrollar planes de contingencia en caso de una eventualidad de este tipo.

Ambos países mantienen una relación tensa debido a los constantes ataques verbales entre los presidentes Hugo Chávez y George W. Bush.

Venezuela es el quinto más grande exportador de crudo y envía 1.5 millones de barriles diarios de petróleo crudo a Estados Unidos, alrededor del 11 por ciento del total de las importaciones estadunidenses en materia de energía.

Caracas insistió en que no tiene la intención de cortar el suministro de manera unilateral, y que sólo esa situación se daría en respuesta a una actitud "hostil y agresiva" de Washington.

El ministro venezolano de Energía, Rafael Ramírez, señaló en Irán que "si Estados Unidos tiene una política hostil hacia nosotros, detendremos las exportaciones de crudo".

Analistas citados por EIU dijeron que "Venezuela no podría sobrevivir sin la venta de sus exportaciones de petróleo hacia Estados Unidos en el corto y en el mediano plazos". La idea de un corte en el suministro no parece económicamente benéfica para el gobierno de Hugo Chávez.

Las advertencias de Irán y Venezuela de suspender las exportaciones de crudo se suman a las preocupaciones por los altos precios del petróleo, que generan temor sobre una recesión económica en las naciones industrializadas. Pese a que las cotizaciones han escalado desde hace tres años, dichos temores no se han materializado, señala un estudio de BBVA-Bancomer.

 
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