Usted está aquí: lunes 7 de agosto de 2006 Política Los líderes partidistas de la coalición tuvieron sus ''15 minutos de fama''

Delgado, Acosta y Anaya anunciaron que se intensificará la resistencia civil pacífica

Los líderes partidistas de la coalición tuvieron sus ''15 minutos de fama''

ARTURO CANO

Ampliar la imagen Cadena humana que se inició en la Plaza de la Constitución para apoyar a Andrés Manuel López Obrador Foto: Cristina Rodríguez

La duda vive, la lucha sigue. Andrés Manuel se tarda, y el pueblo no se cansa. Por vez primera en mucho tiempo, el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal hace esperar a sus partidarios. Luego de un tiempo breve, antes del suyo, les receta los discursos de Dante Delgado, Guadalupe Acosta Naranjo y Alberto Anaya, dirigentes de los partidos de la coalición Por el Bien de Todos (Convergencia, PRD y PT).

La espera ha sido larga, y para la mayor parte de los medios, que aguardan el anuncio de acciones radicales, ha sido infructuosa. Los dirigentes de los partidos, y el propio López Obrador, apenas anuncian el traslado de su diaria asamblea a la sede del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y el marcaje cotidiano que han de ejercer sobre el presidente Vicente Fox

"Debemos recordarle todos los días (al Presidente), en donde se encuentre, que traicionó a la democracia y dividió al país, cancelando la posibilidad de gobernabilidad democrática y armonía social", dice el naranja Dante Delgado Rannauro, líder indiscutible del partido Convegencia.

Aunque no es santo de su devoción, muchos dirigentes del Partido de la Revolución Democrática aplauden las arengas lopezobradorianas de Dante y la manera como el ex gobernador de Veracruz intenta reproducir la conexión del candidato con sus seguidores: "¿Están de acuerdo en intensificar las acciones de resistencia civil pacífica?", pregunta Dante. Y la gente, es decir, los pocos miles que alcanzan a escuchar en un Zócalo lleno de campamentos, responden que sí, que cómo de que no. "¿Están dispuestos a hacerlo?", machaca el veracruzano. Y sigue y sigue: "¡No se oye... más fuerte!" Y claro, se lo dicen más fuerte, sólo para dar paso a la voz de Guadalupe Acosta Naranjo, secretario general del PRD, quien habla en lugar de Leonel Cota Montaño: "Esto apenas comienza. Quienes pensaron que el tribunal tenía palabras mágicas y que a partir de que resolviera la gente iba a decir, 'bueno, ya me voy para mi casa porque ya dijo el tribunal electoral', están muy equivocados. No nos conocen, vamos a engrandecer este movimiento, vamos a ser todavía más grandes y más fuertes y vamos a ganar la democracia para este país".

No desentona Alberto Anaya, líder del PT, quien adelanta lo ya sabido: que la batalla seguirá hasta que "se limpie la elección y pueda efectivamente darse certeza y transparencia, a efecto de que se reconozca que López Obrador es el próximo presidente de la República".

Los asistentes son generosos en los aplausos a pesar de la larga espera y del hecho de que han venido a escuchar a López Obrador y nada más. Los más felices -sin embargo- con los discursos mencionados, son otros dirigentes de los partidos: "Al fin los dejó hablar, y además nos llamó a todos antes de la asamblea", dice uno de ellos, muy orondo.

Los líderes partidistas respiran aliviados, por un ratito, porque además no les gusta que -dueña del micrófono todo el tiempo- la actriz Jesusa Rodríguez llame "léperos, piojosos" y "cara de niño" a los dueños y directivos de Televisa. Cuando ella recompone e intenta rectificar -es decir, cuando pide respeto al trabajo de los medios-, ya la raza se ha despachado con la cuchara grande de las mentadas dirigidas a los reporteros presentes.

A petición del respetable hablan la escritora Elena Poniatowska y el actor Jorge Arvizu (El Tata, quien parece empeñado en lograr mentadas para un conductor radiofónico). Una parte de los asistentes reclama que hable la gobernadora de Zacatecas, Amalia García, a quien reconocen como la principal figura entre quienes esperan a López Obrador en el templete. La espera cuesta, porque una porción de los más gritones presenta la factura: "Sí, que hable para que explique qué pasó". De ahí sigue la consigna: "¡Amalia empató, qué fue lo que pasó!"

Así se entiende con facilidad la ausencia aquí del gobernador michoacano, Lázaro Cárdenas, y así también que sólo la cantaleta, ya con música, de "voto por voto, casilla por casilla", aligere el ambiente. En la misma línea se entiende que El Tata agrade al respetable cuando menciona con insistencia a un conductor radiofónico sólo para que le rindan homenaje a silbidos.

Todo para matar el tiempo en la espera de López Obrador, quien al final ratifica que la "resistencia civil pacífica" prosigue y anuncia algunas de las acciones que siguen, sin soltar las claves de la estrategia venidera, pero atendiendo a sus críticos de buena y mala fe.

López Obrador destina un espacio a figuras que lo han apoyado y que no están de acuerdo con los bloqueos de importantes avenidas. Pide que lo entiendan y rechaza ser presa del autoritarismo. "No es fácil dirigir este movimiento, cuaquier cosa que se haga va a generar molestias", se ocupa en aclarar. El candidato explica y no se mueve. "Aunque me quede solo seguiría con tosudez", dice, porque sabe que tiene miles dispuestos a todo.

Como Gilberto Díaz Vázquez, originario de Tlapa y empleado de una tintorería aquí en la capital, quien todos los días llega al Zócalo "casi rayando el caballo" para escuchar el mensaje nocturno del candidato. Toda su familia guerrerense anda por acá, con más facilidad que él quien tiene que terminar su trabajo y aguantar a su patrón para quien López Obrador "es un tarado".

Pero, pues ''aguanto, porque si no me corren", dice Gilberto, empeñado en traer comida y ayuda al campamento de Guerrero y convencido de que esta lucha no tiene regreso. "Aquí se juega todo. Esta es la lucha final, porque si no se gana vamos a tener 70 años de PAN."

En esa misma línea anda Luis Sosa Pérez, viejo dirigente sindical que ha estado en la cárcel en 13 ocasiones, la primera en 1959, cuando la lucha de los ferrocarrileros. "Hubo un tiempo -narra- en que nos sentíamos muy entusiasmados porque llenábamos el Teatro Lírico, y ahora mire, esta es una lucha de masas, llena de autogestión."

Sosa no quiere visualizar la posibilidad de una derrota. "Esto se ha multiplicado tanto que los que fundamos la izquierda ya valemos madre, y esto ya ni los líderes lo pueden parar".

Deud Malacón, de Campeche, es de los que suscriben la frase anterior. Tienen que venir, expresa, acciones más radicales. Y a su lado el joven abogado Javier Hernández asienta y asegura que este movimiento no se va desgastar porque tiene muchas reservas. "El martes llegan varios camiones de Campeche y nos estamos preparando para recibirlos. Si le tiran al cansancio se equivocan."

En la misma idea anda doña Silvia Montero de la Cruz, jalisciense madre de diez hijos, quien ya lleva una semana en la capital. "Ahorita están conmigo cuatro de mis hijos y una nuera, pero nos vamos turnando." Ella ha puesto su "dinerito" para sostenerse aquí: "Mis hijos y yo tenemos la convicción de que sólo un cambio real, verdadero, profundo, puede traer un mejor futuro para nuestros descendientes", confía.

Quien quiera la puede buscar en el campamento del Zócalo, si es que no entiende las razones de quienes apoyan a López Obrador. Habría que mirarle a los ojos cuando dice la anterior frase, sin asomo ninguno de demagogia. Igual que cuando completa: "Estoy consciente de que la resistencia civil es algo que a veces crea mártires y no me importa".

Alberto Camero, originario de Campeche, difiere: "No estoy por una revolución 'física', cada paso lo vamos a meditar siempre en la resistencia pacífica y así nos va a resultar".

Vista la resolución del tribunal electoral, y la casi unanimidad que este moviemiento ha conseguido en su contra, hará falta mucho más que este debate o las cartas de recomendación de los antiguos izquierdistas.

En el campamento de Zacatecas, el extraordinario pintor Juan Manuel de la Rosa vino a hacer un efímero mural con pintura del color de su tierra. Ahí escribió: "Zacatecas, esta tierra colorada tiene temple, temple, temple..."

Ya Andrés Manuel López Obrador anunció que esta batalla será larga. A los que se sostienen en el plantón les hará falta mucho de la tierra colorada.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.