Número
121 | Jueves 3 de agosto de 2006 Director fundador: CARLOS PAYAN VELVER Directora general: CARMEN LIRA SAADE Director: Alejandro Brito Lemus |
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Pese a la declaración presidencial, la epidemia de VIH/sida lamentablemente no se está reduciendo. En 2003 se estimaba que vivían en el país 160 mil personas con VIH. Para 2006, Censida ajustó su cálculo y fijó la cifra en 182 mil personas. La epidemia ha crecido. Es cierto, el número de casos notificados de sida ha disminuido, al tiempo que el número de diagnósticos de personas con VIH se ha disparado —en un promedio de cuatro mil por año. Pero el problema más grave es que la gran mayoría de las personas con VIH no saben que están infectadas. No es posible controlar una epidemia de la que no se conoce con certeza su magnitud. El acceso al tratamiento antirretroviral ha sido un gran logro, no de un gobierno que cumple con su obligación constitucional, sino de los activistas y las organizaciones que exigieron por años el respeto a ese derecho. Fox lo presenta como un caso “más o menos único”, ignorando que ONUSIDA lo cataloga al mismo nivel que los programas de Argentina, Chile, Cuba, Uruguay y Venezuela. Programas con coberturas “elevadas”, nunca universales, ni de la envergadura del programa brasileño que da medicación anti VIH a más de 170 mil personas. El primer paso para desarrollar una tarea adecuada para terminar con un problema de salud pública tan grave como el VIH/sida es tener conciencia de que existe un problema. Las palabras de Fox parecen soslayarlo y conspiran con el trabajo realizado, muchas veces a contracorriente, por los responsables de la Secretaría de Salud. |