Entrega más de 2 mil títulos de propiedad; promete tractores a 12 mil dólares cada uno
Está en marcha en Bolivia una "revolución agraria mecanizada", asegura Evo Morales
Ampliar la imagen Médicos cubanos que realizan servicio voluntario en La Paz apoyan a Fidel Castro Foto: Reuters
Sucre, 2 de agosto. Con la entrega de 2 mil 301 títulos de propiedad agrícola a campesinos pobres y el compromiso de revertir los "latifundios improductivos", así como el reclamo al Congreso para que apruebe las modificaciones legales en materia de tierras y aguas, el presidente boliviano, Evo Morales, afirmó que está en marcha una "revolución agraria mecanizada".
En paralelo, ofreció amplias garantías para que la petrolera española Repsol-YPF continúe operando en Bolivia pese a la nacionalización de los hidrocarburos, en el contexto de una visita de dos días al país de la vicepresidenta primera del gobierno de España, María Teresa Fernández de la Vega.
"Jamás en mi gobierno vamos a expropiar ni expulsar a nadie. Necesitamos inversión. Es verdad que hay que hacer normas, pero bajo el diálogo", pues se declaró convencido de que se lograrán acuerdos con la petrolera española, así como con otra veintena de consorcios multinacionales que operan en el país.
Fernández de la Vega señaló que "cuando el presidente Evo Morales dice que las cosas van bien es que van bien", en referencia a que habrá acuerdo con Repsol, que debe definir su nuevo estatus antes de fines de octubre, conforme con las nuevas normas de la nacionalización del crudo.
Por lo demás, la funcionaria prometió mayores inversiones de su país aquí y reafirmó la decisión del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de condonar a Bolivia la deuda bilateral de 135 millones de dólares. "Todo el conjunto de la deuda va a ser condonado. Ese es el compromiso más importante", destacó.
En el histórico poblado de Ucureña, donde el 2 de agosto de 1953 se promulgó la Ley de Reforma Agraria, Morales instruyó al ministro de Aguas, Abel Mamani, que prepare una ley marco que impida la privatización o concesión del agua.
En su discurso, aplaudido por una multitud de aymaras, quechuas y guaraníes, el mandatario mencionó que hay organizaciones sociales indígenas y campesinas que han propuesto que se cierre el Congreso si estorba los cambios para acelerar la expropiación por causa de utilidad pública y el saneamiento (regularización) de las tierras, si bien él no comparte ese criterio, apuntó.
Afirmó que "algunos empresarios" que han denunciado avasallamientos (invasiones) sin tener "autoridad moral", se van a resistir a la entrega de tierras a los pueblos originarios, "pero con ayuda del pueblo boliviano vamos a cambiar esas leyes".
No se va a poder alcanzar el desarrollo nacional si no se resuelven los problemas sociales y económicos del campesino e indígena, subrayó. Dio instrucciones para que en lo sucesivo los títulos de tierras se hagan también a nombre de las mujeres campesinas y no sólo de los hombres.
El mandatario indígena hizo entrega -con apoyo de Venezuela- de 50 tractores y se comprometió a que, en el curso de los próximos 90 días, llegarán a mil los que serán vendidos a 12 mil dólares, a 15 años y sin intereses. Aseveró que serán 80 mil las familias campesinas que recibirán así la maquinaria para trabajar sus tierras.
La revolución agraria anunciada contempla, dijo, que el Estado coadyuve a facilitar el acceso a los mercados a los pequeños y medianos productores agropecuarios y apoyos para la industrialización de sus productos, "no en manos de las transnacionales" sino de las cooperativas y otras organizaciones sociales indígenas y campesinas. Indicó que antes sólo recibían subvenciones estatales los grandes productores, y ahora se va a subvencionar a los productores pequeños y medianos.