Cumplen 4 meses de huelga las secciones 271 y 273
Trabajadores de Lázaro Cárdenas exigen solución al conflicto
Hoy se cumplen cuatro meses de la huelga emprendida por los tres mil trabajadores sindicalizados en activo de las secciones 271 y 273 del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM) en Lázaro Cárdenas, Michoacán, para exigir respeto a la autonomía sindical, el reconocimiento de Napoleón Gómez Urrutia como secretario general, y el retiro de las demandas penales contra los agremiados y funcionarios tanto nacionales como locales.
El sindicato minero informó mediante un comunicado de prensa que los huelguistas "están firmes y fuertemente unidos en su lucha", y exigen al gobierno federal una solución al conflicto.
El delegado especial en Michoacán dijo que "las secciones 271 y 273, los pobladores del puerto, así como los comerciantes y los empresarios exigen al gobierno federal solucionar el conflicto laboral creado por el Grupo Villacero, propiedad de Julio, Sergio y Pablo Villarreal Guajardo, para que las actividades y el desarrollo del lugar vuelvan a su normalidad, sin seguir sometidos al capricho y a la cerrazón de los empresarios".
Asimismo, aseveró que "el futuro está en favor de los siderúrgicos porque les asiste la razón, ya que las demandas son legales y apegadas a derecho".
Los sindicalizados advirtieron que no cederán a las presiones y arbitrariedades del gobierno federal "quien insiste en apoyar a un expulsado y traidor ajeno al sindicato, sin querer ver las consecuencias de sus actos de intromisión".
El delegado también aseguró que los mineros siguen abiertos al diálogo y que no son intransigentes. "Prueba de ello es el acuerdo entre la empresa de origen hindú Mittal Steel y la comisión designada por Gómez Urrutia, al negociar un aumento salarial de 8 por ciento la semana pasada". Asimismo, reiteró que se trabaja con normalidad en las empresas con las que hay relación obrero patronal.
Según García Ortiz "estos 120 días de huelga no han sido fáciles, sin embargo, ni la represión ni la intimidación sicológica que ejerce el gobierno federal desinformando a la opinión pública, tergiversando el origen del conflicto y calumniando, han podido doblegar a los trabajadores, al contrario: los unificaron cada vez más".