Fracasó su idea de presentar al abanderado tabasqueño como aliado de Slim

Varela y Asociados puso la creatividad para intentar destruir a López Obrador

JAIME AVILES

Quince días antes de los comicios, el publicista Carlo Varela Maldonado le escribió un correo electrónico a Alejandra Sota Mirafuentes, responsable de "marketing político" del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, para decirle: "Creo que (ustedes) efectivamente van a perder, no los veo con algo que cambie el rumbo de la elección y sí veo más 'noticias' del PRD".

Era el miércoles 14 de junio. Había transcurrido una semana desde el segundo debate entre los candidatos presidenciales, en el que Andrés Manuel López Obrador denunció la existencia y los millonarios negocios de Hildebrando SA de CV, la empresa del cuñado de Felipe Calderón. Para el director de la agencia Varela y Asociados, los panistas tenían que hacer "algo inmediatamente".

Por eso le aconsejó a la joven mercadóloga, egresada del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM): "No basta con decir que son mentiras; mi idea sería que saliera Felipe diciendo que así son los gobiernos de izquierda, (los) del PRD y en especial éste de Andrés Manuel: les gusta fabricar pruebas cuando les conviene, utilizar todos los recursos del Estado para vigilarte, pasar sobre cualquier secreto de información con tal de fabricar nexos y pruebas. Todo lo del cuñado es legal, pero a ellos les gusta evidenciar a la gente sin pruebas".

Al parecer -porque a la frase anterior, Varela Maldonado agregó un paréntesis con las siguientes palabras: "(imágenes casi casi del socialismo de Stalin)"-, el publicista estaba proponiendo elementos para un nuevo espot con el objetivo de que "la gente sienta miedo de que (de) ganar López Obrador no se volverán a sentir seguros porque ellos utilizan al Estado para sus propósitos".

López Obrador había puesto al descubierto que Hildebrando SA de CV obtuvo importantes contratos con Pemex y la Comisión Federal de Electricidad entre 2003 y 2004, durante el breve periodo en que Calderón fue secretario de Energía. Para desviar la atención del público sobre este notorio caso de tráfico de influencias, Varela siguió argumentando su propuesta:

Hay que "recordarle a la gente, al resto del país, que ellos dejaron al DF en crisis, en endeudamiento (sic), con imágenes de taxis piratas, de organizaciones como la Francisco Villa, con vendedores ambulantes en cada esquina, con robos y secuestros, con policías corruptos, con Bejaranos (sic), Dolores Padierna e Imaz, con burlas a la inseguridad".

Varela y Asociados, Consultores y Marketing Político SC, de Gisela Rubach, fueron dos de las empresas encuestadoras y de manejo de imagen que participaron estrechamente en la campaña electoral de Calderón Hinojosa, y que -de acuerdo con la denuncia publicada ayer por este diario- habrían entregado información estadística, cuatro días después de los comicios, a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), para que esa dependencia de la PGR "empezara a trabajar" en la defensa legal de la supuesta "victoria" del candidato del partido del gobierno.

En su edición de ayer (página 15), La Jornada dio a conocer que Héctor Díaz Santana, coordinador de asesores de María de los Angeles Fromow, titular de la Fepade, le escribió un correo electrónico a Gisela Rubach para solicitarle datos de una encuesta con el objeto de preparar la defensa jurídica de Calderón. Rubach renvió el mensaje a Varela.

Un informante anónimo entregó al equipo de campaña de López Obrador la dirección del buzón electrónico de Varela y la clave para entrar en sus archivos, mismos que fueron copiados, autenticados por un notario público y proporcionados a este reportero. En esos documentos hay numerosas cartas de Varela a Alejandra Sota Mirafuentes, en las que el publicista despliega su "creatividad" para tratar de destruir al candidato de la coalición Por el Bien de Todos.

La carta que abre esta nota, fechada el 14 de junio, fue enviada a Sota Mirafuentes a las 6:28 de la mañana. En un segundo mensaje de ese mismo día, despachado a las 7:29, el publicista sugirió que para desvirtuar los vínculos familiares existentes entre Diego Hildebrando Zavala Gómez del Campo y Felipe Calderón, el PAN lanzara inmediatamente un espot llamado "los esposos", con "una figura de personas juntas encueradas" (sic) y una voz en off que diga "con datos falsos" (sic) que "Claudia (Sheinbaum) y (Carlos) Imaz, Rosario Robles y Lázaro Cárdenas, Rosario Robles y (Carlos) Ahumada dormían juntos y (Bernardo) Bátiz que es de los mismos no hizo nada, es decir no vengan con (que) el parentesco cuenta".

A juzgar por la hora y el tono de exaltación en que escribió esas dos cartas, Varela aparentemente no había dormido cuando, luego de insistir en que el espot machacara en que un gobierno del PRD sería "totalitario", agregó: "Es obvio que a López Obrador no le van a encontrar nada, porque otra gente es la que le hace el trabajo sucio, otras personas son las que se acostaron entre ellas (sic). AMLO no es el problema, son sus colaboradores".

Tres meses antes de aquel día, el 13 de marzo de este año, Varela le había escrito a Alejandra Sota a las 8:34 de la noche: "Yo creo que se abre una oportunidad para atacar a AMLO de hacer negocios en lo oscurito con (Carlos) Slim, (de) entregar al país a los empresarios, a lo mejor también le dieron ligas, no sé, algo ingenioso e inteligente y ver cómo responde. No un ataque frontal, directo y menso que lo haga lucirse (sino) algo con chispa, diferente y que obligue a AMLO a defenderse y caer en contradicciones (...) darle un gancho para que se tambalié (sic)".

A diferencia del espot de "los esposos", que nunca salió al aire ni se sabe que haya sido grabado, la propuesta de presentar a López Obrador como aliado de Slim fue aceptada por Manuel Espino, presidente nacional del PAN, quien durante la segunda quincena de marzo "denunció" la presunta alianza entre el político y el empresario como "prueba" de que el candidato del PRD mentía al hablar de su preferencia por los pobres cuando tenía acuerdos secretos con los ricos, declaración que tuvo efectos negativos para la campaña de Calderón, quien se apresuró a corregir el entuerto.