La ex consejera descarta posible fraude
El recuento, inviable como solución política: Peschard
En la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) sobre la elección presidencial, los magistrados deben analizar las vías para "potenciar al máximo" la atención de las impugnaciones presentadas, "aun cuando los elementos de prueba no sean tan fuertes, en aras de que su fallo sea muy escrupuloso y pueda contar con el mayor aval posible", sostiene la ex consejera electoral Jacqueline Peschard, para quien no hay más ruta que la jurídica para destrabar el conflicto poselectoral.
Señala que este esfuerzo es entendible en el contexto de la impugnación de las 40 mil casillas donde habría inconsistencias en el cómputo, "pero me parece incomprensible en el contexto de realizar un nuevo conteo de todas las casillas, inclusive en las que ganó la coalición Por el Bien de Todos, porque eso implica cuestionar la calidad de la elección y es parte de un recurso tendiente a la nulidad por causal abstracta.
"No entiendo el reclamo del voto por voto ni le veo viabilidad como resolución del conflicto. En ese escenario, el cuestionamiento se asocia a la declaración de validez. Si no hubo buenas condiciones en el cómputo, esto no se resuelve con un nuevo conteo, porque en ese supuesto iría acompañado de otros elementos."
Lo ha anunciado Andrés Manuel López Obrador y eso no resuelve el conflicto político, pues ha dicho que si de esto se desprende el triunfo del PAN no se movilizará, pero no implica que reconocerá al nuevo gobierno ni restablezca contactos con él.
-¿El esfuerzo al máximo sería en las 40 mil casillas?
-Esas sí deberían revisarse. El tribunal debería revisar la consistencia de las actas y, eventualmente, abrir paquetes. Creo que el TEPJF no debe analizar lo mínimo, porque la única salida es que realice el máximo esfuerzo de revisión de impugnaciones.
En entrevista, Peschard descarta la posibilidad de que en los comicios del 2 de julio haya habido fraude o que el Instituto Federal Electoral (IFE) haya actuado para beneficiar a un partido y organizar una elección, más que de Estado, amañada. "Esa versión es intransitable porque simple y llanamente no tiene forma de hacerlo, pues todo el proceso está vigilado por todos los partidos políticos. Creo más bien que hay una explotación política -de la coalición- de los errores del IFE, que cae en un terreno que culturalmente es fértil para que cundan cuestionamientos de falta de credibilidad."
Quien ahora coordina un seminario sobre procesos electorales en la Universidad Nacional Autónoma de México, sostiene: "el IFE pudo haber cometido una cantidad de errores y ser ineficaz en la conducción, pero como se han desarrollado los eventos después del cómputo distrital, el escenario tiene más que ver con la dinámica de los propios partidos o de la coalición acerca de las estrategias sobre la posible derrota".
Consideró que la dinámica de una campaña altamente polarizada involucró o condicionó el comportamiento de la autoridad en la última fase de la contienda. "Esto desdibujó la función de la autoridad como aquélla que debe estar por encima de los partidos y la colocó en la dinámica de estar respondiendo a las agendas partidistas."
-¿Fue rebasada la autoridad?
-No, pero creo que ante una situación inédita no pudo fijar su propia agenda sobre la certeza jurídica de la organización de la elección, de dotar de garantías al proceso.
-¿Fue por falta de herramientas legales o problemas de conducción?
-No quisiera decir que faltó conducción política porque actuaron a tiempo cuando el tribunal les dijo que debían resolver la impugnación de los espots. El asunto tiene que ver con falta de claridad en las disposiciones legales, porque realmente se estaba frente a una argumentación insuficiente.
-Sin embargo, ahora se habla de fraude.
-Sí, se habla directamente de fraude, no de errores de cómputo ni de falta de experiencia o de manejo inadecuado, de problemas de comunicación. Se habla inclusive de manipular en favor de un candidato como si el proceso no hubiera estado vigilado.
-¿Es posible el fraude?
-Creo que no. No veo cómo el Consejo General del IFE lo pueda hacer. Pudo haber ineficacia y se pudieron cometer errores de ingenuidad pensando que los partidos no iban a privilegiar sus intereses frente a la autoridad. Hubo falta de percepción de la autoridad sobre las consecuencias de ciertos actos o decisiones que adoptaron.
"La mediatización terrible de la campaña habla de la necesidad de una nueva regulación, pero eso difícilmente se traduce en la manipulación del voto, como en el pasado. Se requiere una reforma de segunda generación. Los cambios tienen que ver con el dinero, el papel de los medios de comunicación. Quizá también deben hacerse modificaciones en la forma de seleccionar el Consejo General del IFE."