Un masajista "untó crema con testosterona"
Conspiración, estrategia para exculpar a Gatlin
Los Angeles, 31 de julio. Conspiración: esa es la tabla de salvación que busca la defensa del monarca olímpico de los 100 metros planos Justin Gatlin, positivo de dopaje por testosterona.
Trevor Graham, su controvertido entrenador, aseguró al Washington Post que un masajista untó las piernas del plusmarquista mundial del hectómetro con una crema con testosterona, poco antes del relevo de la reunión de Kansas el 22 de abril, donde Gatlin dio positivo; el empleado tuvo una discusión con la superestrella y esa fue su forma de vengarse.
La estrategia de defensa es la misma a la que se aferró hace seis años el alemán Dieter Baumann, quien tras dar positivo por nandrolona aseguró que alguien le había inyectado la sustancia en la pasta de dientes, y prometió que desenmascararía al saboteador.
Sin embargo, ni el campeón olímpico de 5 mil metros en Barcelona 92 ni los investigadores encontraron al supuesto conspirador, y el fondista acabó suspendido dos años.
En este caso se trata de testosterona, una hormona que según los expertos no es en ningún caso una nueva droga de moda. "En el laboratorio Balco descubrieron hace tiempo la mezcla perfecta: the cream. Es una crema de testosterona que nadie puede detectar. En los controles no queda ningún resto", aseguró Werner Franke, profesor de biología molecular de la Universidad de Heidelberg.
Pero en Gatlin se detectó. Quizás no era entonces una crema "limpia". En cualquier caso, algo no fue bien, pues el coeficiente de testosterona/epitestosterona del atleta de 24 años era anormal tanto en la prueba A como en la B. La relación entre ambas en casos normales de 1-1, a veces 2-1, pero cuando supera el 4-1 es sencillamente dopaje.