La propuesta de EU, "grave intromisión": ONG
Rechazan la presencia de tropas de la OEA en la Triple Frontera
Buenos Aires, 30 de julio. La decisión del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, de solicitar al Congreso una ley para pedir a la Organización de Estados Americanos (OEA) que forme una fuerza militar antiterrorista en la Triple Frontera (Argentina, Brasil y Paraguay), fue calificada aquí de "grave intromisión que apunta a agravar la situación creada por la presencia de tropas estadunidenses" en Paraguay.
El Movimiento por la Paz, la Soberanía y la Solidaridad entre los Pueblos (Mopassol), en una denuncia sobre esa amenaza, llamó, junto con otras organizaciones, a "repudiar activamente ese nuevo intento imperialista, que acentuará la militarización en la región, con todas sus nefastas consecuencias para la vida de nuestros pueblos (...) No queremos a los militares de la OEA en la Triple Frontera y exigimos el retiro de todas las tropas extranjeras, que representan un proyecto integral de dominación violatorio de la soberanía y la autodeterminación de nuestros pueblos".
Tras conocer que el Congreso Judío Mundial "advirtió" que tiene información acerca de que la organización libanesa Hezbollah podría realizar atentados en Argentina y otros países latinoamericanos, éste y otros organismos señalaron que Estados Unidos e Israel parecen "estar armando un escenario en la región para obligar a todos a someterse a sus demandas de alineamiento total a las doctrinas de guerra antiterrorista y preventiva, con que están avanzando sobre el mundo y, especialmente, en Medio Oriente".
Esto sucede después de que en semanas recientes varias organizaciones y analistas participaron en una misión internacional de observación sobre las actividades de las tropas estadunidenses en Paraguay, y advirtieron sobre las graves consecuencias de "esa presencia", que ya está dejando víctimas en ese país.
El objetivo de la misión fue verificar "la situación, a partir del establecimiento (mayo de 2005) de la Ley 2594, que otorga inmunidad a los efectivos de las fuerzas armadas de Estados Unidos", para lo cual recorrieron distintos lugares de esa nación recibiendo denuncias e información de la población afectada, llegando a conclusiones que revelan desde actividades militares, policiales y paramilitares para reprimir a campesinos, violaciones a mujeres de la denominada Acción Cívica (en realidad contrainsurgencia) y otras.
Asimismo, comprobaron desapariciones en zonas rurales, como había adelantado La Jornada el año pasado, y que unos 2 mil campesinos están siendo procesados, así como desalojos, quemas de viviendas, torturas y asesinatos.
En el operativo Medretes, en el que tropas estadunidenses aparentemente atienden casos de salud en la población rural, se suscitó la entrega de medicamentos sin control, que se asocian a una gran incidencia de hemorragias y abortos, y coincide con hechos de violaciones a mujeres jóvenes.
"Los testimonios indican que los ejercicios Medretes incluyen operaciones adicionales de filmación del lugar, infiltración en las comunidades y recolección de datos."
Las tropas estadunidenses entrenan a cuerpos de seguridad paraguayos y están relacionadas con la "creación de cuerpos de seguridad inconstitucionales", como los consejos y comisiones de seguridad ciudadana (policiaco-militares), en momentos en que la militarización del campo se agrava, al regir el decreto 167 del año 2003, que autoriza a las fuerzas armadas actuar en tareas de seguridad interna en colaboración con la Policía Nacional.
Esos grupos son señalados como autores de represiones, desalojos, violaciones e inclusive asesinatos de dirigentes y miembros de organizaciones campesinas. Se denunció que los empresarios productores de soya "se valen de la empresa Guardias Rurales SA para realizar las expulsiones y apoderarse de tierras campesinas, a punto tal que se habla de 'zonas liberadas', donde las fuerzas del Estado no intervienen".
Además, se lanzó una campaña para inventar "la presencia guerrillera" en varias zonas campesinas, algo que en realidad es inexistente. En este caso se menciona al dirigente Tomás Zayas, dirigente de organizaciones campesinas, "a quien se ha intentado vincular con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, por conducto de un testigo sobornado que no pudo aportar ninguna prueba fundamentada en su contra".
Esto lleva a operativos "de persecución y hostigamiento", crímenes y desapariciones. Inclusive se habló de "un foco guerrillero en el departamento de Concepción", aunque jefes policiacos locales sostuvieron que no hay "guerrilla ni actividades subversivas".
El informe de los observadores cita también la existencia de una pista de 3 mil 800 metros de largo para el aterrizaje de naves tipo Galaxy, a disposición de Estados Unidos, como informó este periódico en 2005. Los entrevistados en Mariscal Estigarribia aseveraron que "funcionarios estadunidenses, civiles y militares de alto rango, incluido el embajador de Estados Unidos", visitan permanentemente el lugar.