La matanza de Uvas de la ira

El pueblo libanés de Qana, cerca de la frontera con Israel, ha sido desde hace 10 años sinónimo de masacre.

El 18 de abril de 1996, durante la operación armada israelí en Líbano Uvas de la ira, dirigida contra las milicias chiítas de Hezbollah, varios obuses golpearon un cuartel de soldados de Fiji, integrantes de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL), donde murieron 102 de unos 800 civiles refugiados.

Ante la reprobación del mundo entero y los insistentes llamados a un cese de las hostilidades, se pactó el 26 de abril un cese el fuego entre Israel y Hezbollah, y se les pidió evitar los ataques a civiles.

La operación Uvas de la ira, desatada el 11 de abril de 1996 y caracterizada por cerca de 600 ataques aéreos israelíes y el disparo de 23 mil obuses, dejó 175 muertos en 16 días, en su mayoría civiles. La actual operación de Israel sobre Líbano se denomina Recompensa justa.

Un informe de la ONU concluyó que el bombardeo de Qana había sido probablemente deliberado. Israel dijo tras el ataque que previamente había advertido a la población residente al sur del río Litani (30 kilómetros al norte de la frontera libanesa-israelí), que abandonara la región. La ONU desechó entonces esa justificación de Tel Aviv.

El 9 de mayo de 1996, Israel declaró que el ataque al cuartel de la Unifil fue un "accidente", consecuencia de errores cometidos por un cuerpo de artillería que pretendía apoyar a un contingente israelí que "había caído bajo fuego de mortero", cuando se encontraba cerca de la base de cascos azules.

Amnistía Internacional emitió un informe sobre los hechos en el que señaló la imposibilidad de determinar si fue cierto que los militares israelíes ignoraban que 800 refugiados estaban en la base de la Unifil, pero la acción representó una muestra de la "despiadada despreocupación por la protección de la vida de los civiles" y una "violación a las leyes de la guerra", que protegen a los no combatientes.

Afp