El proyecto es inviable por la falta de flujo de agua, sostiene el Imdec
Minimiza Semarnat los daños ecológicos que ocasionará la presa La Yesca
La construcción perjudicará una zona declarada patrimonio de la humanidad
A pesar de que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) reconoce que el proyecto hidroeléctrico de La Yesca, que se realizará entre Jalisco y Nayarit, afectará negativamente a la naturaleza -ocasionará el desplazamiento de especies de flora y fauna, y dañará la selva baja- autorizó la obra y los trabajos ya están en marcha.
Este proyecto, el más grande de su tipo en México, ya que tendrá una cortina de 210 metros de altura, se hará gracias a que la dependencia minimizó los daños ambientales al considerar que la zona ya está deteriorada por la actividad de otras represas, argumentó en la autorización de la manifestación de impacto ambiental (MIA).
Por su parte, el Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (Imdec), con sede en Guadalajara, sostiene que esta presa es inviable por la falta de caudal en el tramo del río Santiago y que afectará el cañón del mismo cauce, declarado, junto con el paisaje agavero, patrimonio de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) el pasado 12 de julio. Señala que se impactará el hábitat de especies amenazadas y en riesgo de extinción, como el ocelote y jaguarundi.
La presa se prevé construirla en los municipios de Hostotipaquillo, Jalisco, y La Yesca, Nayarit, con el propósito de aprovechar los escurrimientos de los ríos Santiago y Bolaños, con una superficie a inundar de 3 mil 492 hectárea, además de que ocupará el tercer lugar en potencia instalada y generación dentro del sistema hidrológico del río Santiago, aunque desde ahora se estima que funcionará a 19 por ciento de su capacidad.
En la resolución emitida el pasado 10 de julio, la Semarnat, por medio, de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental indica que el cañón del río Santiago ha funcionado como corredor biológico, y que en la zona en la que se prevé realizar el proyecto hay especies de fauna que requieren grandes extensiones territoriales para sobrevivir, pero ya "presenta un grado de deterioro importante", debido a la existencia de siete represas en la zona.
Agrega que por ello el promotor de la presa, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), delimitó un Sistema Ambiental Regional (SAR) que considera un área entre la presa Santa Rosa, El Cajón y la cota de la cuenca del río Santiago; se trata de una zona con selva baja caducifolia, en la que hay cinco especies de flora bajo protección especial, de acuerdo con la norma oficial 059, y será la CFE la que defina las medidas de protección y rescate de ejemplares que se encuentren dentro del área del embalse.
Agrega que aunque el cañón del río Santiago es parte de un importante corredor biológico por medio del cual penetran al continente elementos tropicales de fauna en la parte occidental del país, considerando las alteraciones que puedan haber ocurrido en la zona por actividades humanas como la construcción de presa y las agrícolas, entre otras, la distribución de fauna se ha fragmentado.
"De hecho es de esperarse que la fauna eventualmente tenga que emigrar altitudinalmente o hacia aguas arriba de la zona del proyecto, por la inundación de las aproximadamente 3 mil 492 hectáreas que ocupará el embalse y por las 20 hectáreas que ocupará la zona de las estructuras principales", indica el documento.
Refiere que se tienen identificadas tres especies de mamíferos, 12 especies de aves, 13 de reptiles y dos de peces, que también están bajo protección especial. Sin embargo, admite que la identificación de 27 especies bajo alguna categoría de riesgo y algunas de ellas endémicas es un indicio del grado de conservación de la región.
Señala que si la CFE acata las condicionantes establecidas por la Semarnat, el proyecto no ocasionará efectos potenciales sobre los recursos naturales y el ambiente. El gobierno federal prevé a finales de este sexenio hacer una ceremonia para detonar la carga y marcar la cortina de la presa.
El Imdec señaló ayer que "con esta obra se favorecen los intereses particulares. La sociedad en su conjunto pagará por una obra que ni siquiera cumplirá con su propósito de generación de electricidad", advirtió.