80% de ancianos en el país padece algún mal crónico
Un estudio aplicado por la Secretaría de Salud a 22 mil ancianos del país revela que 80 por ciento de los adultos mayores mexicanos presenta al menos un padecimiento crónico y que del total de la muestra 70 por ciento son independientes económica y físicamente y sólo 30 dependen de otras personas para realizar sus actividades cotidianas.
De acuerdo con el informe, a pesar de que ''se cuenta con infraestructura suficiente para brindar atención integral a las personas de la tercera edad'', el sector salud aún requiere llevar a cabo estrategias preventivas para dotarlas de un envejecimiento saludable, sobre todo si se toma en cuenta que en los próximos años se incrementará su población.
Entre los padecimientos más comunes que sufren -detalla el análisis- destacan diabetes, hipertensión arterial, artritis, depresión y problemas no diagnosticados como la salud oral, que produce desnutrición ante la imposibilidad de consumir alimentos.
Al dar a conocer el estudio, el jefe del servicio de cirugía del Hospital Juárez de México de la SSA, Gustavo Acosta Altamirano, indicó que el estudio realizado reportó que los adultos mayores padecen severos problemas de audición, visión y caídas que no se diagnostican ni se tratan, porque asumen que con la edad su situación "es normal".
El estudio, dirigido por la especialista Sandra Reyes Fraustro, precisa que en la mayor parte de los casos de depresión los adultos mayores y sus familiares no dan la importancia debida a esta situación, que padece uno de cada tres ancianos. Este problema es grave porque los afectados suspenden tratamientos médicos y no siguen una dieta adecuada.
A mediano plazo, los problemas de salud por vejez se agudizarán en el país, porque de 7.3 millones de personas mayores de 65 años de edad que viven en México este sector pasará a 13.2 millones en las próximas cuatro décadas.
Además, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Población (Conapo), los adultos mayores padecen marginación laboral, familiar y política, pues a partir de los 45 años de edad es difícil conseguir una fuente de ingresos y a los 50 ya hay jubilados que empiezan a padecer enfermedades degenerativas.
Gabriel León Zaragoza