Arranca el festival por la libertad de presos políticos
Protestan jóvenes artistas contra actos represivos y feminicidios
Colectivos culturales, conformados en su mayoría por jóvenes, denunciaron que en México deben condenarse actos represivos como los de San Salvador Atenco, las agresiones de maestros en Oaxaca y los feminicidios en Ciudad Juárez, Chihua-hua, además del "abuso de poder del gobierno israelí contra Líbano", en el plano internacional.
En el inicio del Festival por la Libertad y la Autonomía, y por la Liberación de los Presos Políticos, los jóvenes artistas se pronunciaron en contra de los recientes actos de represión en México y el ataque israelí a Líbano.
En un pequeño escenario de teatro ha-bilitado en una vieja casona del Distrito Federal, los creadores repitieron en varias ocasiones su consigna: "otro mundo no es sólo posible, sino necesario".
La creatividad cultural y artística de estos colectivos salió a flote en la tarde-noche húmeda y fría de ayer. Con danzas de diversos países, poesía, cantos, música y cuentos, los artistas arrastraron al público hasta su territorio.
Protestas desde la cultura
La exhibición sirvió también para recaudar fondos, que serán destinados a los detenidos por los hechos de Atenco.
El olor a incienso y los cambios de luces inundaron el escenario en el que se realizó la representación, lo que viene a confirmar que "la protesta civil también es posible desde los espacios culturales".
Arturo García, uno de los organizadores de la puesta en escena e integrante de la Iniciativa Mexicana contra la Guerra, explicó que además de manifestarse contra la represión y los ataques que han sufrido "todos los pueblos humildes del mundo", el objetivo del acto fue presentar La Karakola, un espacio autónomo que servirá para la expresión artística, política y cultural de los diversos colectivos que integran la sociedad civil.
Basados en las propuestas de autonomía de los caracoles instaurados por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en Chiapas, los colectivos participantes insistieron en que buscarán consolidar este nuevo espacio para la discusión, el debate y las acciones contra la violencia en México y el mundo.
La propuesta -que comenzaría a funcionar en agosto si encuentran un local aportado "de manera solidaria"- constaría de una cafetería, en la que sólo se consuman productos nacionales, un auditorio para las representaciones y un foro para los talleres.
"Queremos crear un espacio autónomo, no como muchos que se construyen y que dependen de gobiernos, organizaciones civiles, instituciones de asistencia privada o sindicatos.
"La desventaja en este caso es que el presupuesto asignado debe cumplir ciertos objetivos, lo que resulta una limitante. La idea de nosotros es presentar la diversidad de temas a un público conformado por personas de todas las edades", aseguró García.